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EL INFIERNO DE GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

El hambre ya está provocando una «matanza masiva de niños»

Los primeros niños que están muriendo por malnutrición y deshidratación en Gaza, como confirmaron el Gobierno gazatí, la Unrwa y Save The Children, son solo «la punta del iceberg» de «una matanza masiva a cámara lenta» en la que van a fallecer miles más, mientras Israel impide que entre comida y ayuda a la Franja con bombardeos y el bloqueo de cientos de camiones.

Un niño busca entre basuras en Maghazi. (AFP)

Mahmoud Fattouh, el bebé de dos meses que murió de hambre la pasada semana en Gaza es solo uno de los niños víctimas del deliberado bloqueo de la ayuda humanitaria por parte de Israel. La imagen de su último aliento, sin apenas respiración, conectado a un tubo de oxígeno, se va a repetir en otros miles de niños.

Los paramédicos que lo encontraron en la calle, con su madre llorando y pidiendo ayuda a gritos, relataron que no había sido alimentado hacía días, lo que evidenciaba su palidez y la desnutrición de la madre.

El Ministerio de Salud gazatí y la Unrwa confirmaron que se empiezan a registrar muertes de menores por desnutrición y deshidratación en el norte de la Franja.

Cuatro murieron por esta causa en las últimas 24 horas en el Hospital Kamal Adwan, donde otros siete se encuentran en grave peligro.

El Ministerio alerta de que miles de niños y mujeres embarazadas morirán igualmente y exigió a la comunidad internacional poner fin a los «crímenes de genocidio cometidos por la ocupación israelí mediante ataques, hambre y epidemias».

La ONG Save the Children también confirmó estas muertes y denunció las restricciones que impone Israel a la entrega de ayuda humanitaria, a pesar de las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). «Lo que estamos presenciando en Gaza es una matanza masiva de niños y niñas a cámara lenta porque no queda comida y no les llega nada. Están muriendo porque el mundo no les ha protegido, y ahora las familias huyen hacia el próximo objetivo militar de Israel (Rafah, en el sur) para evitar morir de hambre, atrapadas en una trampa mortal», señaló el director de Save the Children para los Territorios Palestinos Ocupados, Jason Lee.

Estos informes, lejos de ser casos extremos, «son probablemente la punta del iceberg», estima, especialmente en el norte, donde uno de cada seis niños sufre desnutrición aguda. Mientras tanto, cientos de camiones con ayuda alimentaria, médica y otros soportes básicos se encuentra al otro lado de la frontera, a unos pocos kilómetros, esperando para entrar.

Cuando son necesarios no menos 500 cada día, Israel autoriza solo apenas unas decenas para alargar el sufrimiento, y los bombardeos, además de matar, también impiden su distribución o la convierten en un caos inhumano.

Miles de personas se han concentrado a lo largo de la principal carretera costera con la esperanza de acceder a posibles entregas de ayuda.

La búsqueda de alimentos se ha vuelto tan desesperada que algunos han recurrido a comer pienso para animales o sus propios animales de tiro.

Project Hope, un grupo humanitario que dirige una clínica en la ciudad de Deir el-Balah, señala que el 21% de las mujeres embarazadas que ha tratado en las últimas tres semanas sufren desnutrición, al igual que el 11% de los niños menores de cinco años que ha tratado durante el mismo período. «La gente no come nada más que pan, ya que las frutas, verduras y otros alimentos ricos en nutrientes son casi imposibles de encontrar o son demasiado caros», explicó.



Hamas subraya que negocia con flexibilidad

Hamas subrayó que el regreso de los desplazados al norte del enclave palestino, así como una cláusula clara que incluya un alto el fuego total tras una primera tregua temporal, son los principales obstáculos para alcanzar un acuerdo con Israel, que rechaza estas demandas. Esa primera fase duraría unos 40 días y en ella serían liberados unos 40 cautivos israelíes, cada uno por diez presos palestinos, según las filtraciones del borrador debatido la semana pasada en París.

El líder del buró político de Hamas, Ismail Haniyeh, destacó que el grupo islamista está mostrando flexibilidad en las negociaciones «debido a la preocupación por la sangre de nuestro pueblo», pero que esa flexibilidad «se ve igualada por una voluntad de defenderlo, y advirtió a EEUU e Israel de que «lo que no pudieron imponer sobre el terreno no será logrado a través de maquinaciones políticas, pese a todas las presiones».

Además, apeló a los países árabes para que ayuden a romper «el complot de la hambruna en Gaza» y apoyen la resistencia palestina «con posiciones, dinero y armas antes de que sea «demasiado tarde». GARA