Manex ALTUNA
BILBO
SEMIFINALES DE COPA

El Athletic goza en San Mamés y se mete en la final por la puerta grande

El equipo bilbaino pasó por encima del Atlético de Madrid en la primera mitad y encarriló el pase antes del descanso con los goles de Iñaki y Nico Williams. Guruzeta hizo el tercero en la segunda mitad. Sexta final que alcanza el Athletic desde 2009, cuando se cumplen 40 años desde que alzó el último título. La cita es el próximo 6 de abril en Sevilla y ante el Mallorca.

Los hermanos Williams resolvieron la vuelta de las semifinales con sus goles en la primera mitad.
Los hermanos Williams resolvieron la vuelta de las semifinales con sus goles en la primera mitad. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

El Athletic se clasificó para disputar su sexta final de Copa en los últimos quince años. Comandados por los hermanos Williams los rojiblancos sueñan con hacer historia. La última vez que se alzó el título fue en 1984. El equipo de Valverde se ha ganado el derecho a soñar porque se muestra intratable en San Mamés. Al igual que en Liga, pasó por encima de un Atlético de Champions que no consiguió enmarañar el duelo pese a los continuos intentos dentro y fuera del campo. Este Athletic tiene más fútbol y no le interesa. Cuenta con una generación de jugadores con alas que vuelan. Los Williams marcaron el rumbo, pero también destacó Sancet en una noche apoteósico que acabó con el tercero de Guruzeta y se finiquitó con las paradas de Agirrezabala para mantener la portería a cero.

El ambiente venía sobrecargado tras los incidentes registrados en los aledaños del estadio con carga incluida de la Ertzaintza. San Mamés rugió desde el calentamiento y el prolegómeno fue de los que ponen la piel de gallina. Tras entonar ‘Lepoan hartu ta segi aurrera’, sonó la versión metal de ‘Haika mutil’ de Su ta Gar y después salió el equipo con un mosaico rojiblanco espectacular. En el fondo norte en el que se ubica desplegaron una pancarta con la Copa y la frase en euskara «Historiak babesten gaitu, garaipena zain dugu».

El Atlético saltó con la indumentaria azul y blanca, rememorando sus orígenes ya que se fundó como una sucursal bilbaina. Simeone cumplió su palabra y Griezmann se quedó fuera de la convocatoria, a pesar de que surgieron las dudas sobre su presencia al viajar junto a la plantilla. Los colchoneros arrancaron el choque con ímpetu e intimidaron al Athletic con varias llegadas.

GOLPES CERTEROS

Al Athletic le tocó sufrir en el inicio, pero se puso por delante en el marcador en su primera aproximación. Sancet combinó con Nico Williams por la izquierda y su centro fue rematado de volea a las redes por su hermano Iñaki. Espectacular. La Catedral se vino arriba y coreó su nombre. Tampoco tardó en soltar el cántico «Solo hay un Athletic y es el de Bilbao» y el siempre festivo y reivindicativo «Ikusi Mendizaleak». Descorchado el champán, Nico Williams y Sancet se soltaron otro baile bajo la lluvia de Bilbo que encandiló a la grada. Después del mal partido ante el Betis, ambos ofrecieron su mejor versión en un día señalado. El pequeño de la saga tuvo otra buena opción para hacer el segundo con un disparo que se marchó fuera por poco.

El partido estaba donde el Athletic había soñado. Los rojiblancos podían correr al espacio y el Atlético no estaba fino. Los colchoneros se acercaron con asiduidad a la portería de Agirrezabala, pero tenían el punto de mira desajustado. La defensa de los locales, con Lekue en el lateral izquierdo para cubrir la baja de Yuri, pasó sus apuros para contener a los atacantes.

El partido se enfrió y el Atlético reclamó penalti por una mano de rebote de Williams. Fue el acicate para que en la siguiente jugada Sancet conectará con el nueve rojiblanco con un pase en profundidad. Iñaki se metió en el área y sirvió en bandeja el segundo tanto de la noche para su hermano Nico. San Mamés comenzó a botar con las bufandas al viento. Impresionante. La grada también recordaba a Aitor Zabaleta, seguidor de la Real que fue asesinado por aficionados ultraderechistas del Atlético. La tensión se palpaba y Muniain se enzarzaba en el banquillo.

El segundo tiempo también empezó con retraso al tener que atender a un aficionado al igual que en la primera mitad. El Athletic estaba crecido y tuvo ocasiones para hacer rápido el tercero. No tardó en caer al recoger Guruzeta un rechace. San Mamés gozó por todo lo alto y también se acordó de Simeone.