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SEGUNDA

Un Eibar irreconocible vuelve a regalar los puntos y la segunda plaza

Los azulgranas disputaron el peor partido de la temporada como locales, lo que les costó la segunda derrota consecutiva en Ipurua a manos de un muy buen rival. Fer Niño marcó para el Burgos, que se coloca a un solo punto del Eibar.

Ríos Reina estuvo tan gris como sus compañeros y nunca logró desbordar a Arroyo. (J. URBE | FOKU)

En menuda montaña rusa se ha montado el Eibar. Hace dos semanas vio escapar los tres puntos y la segunda plaza en el descuento contra el Espanyol tras haber sido superior durante hora y media, reaccionó ganando una semana después con autoridad en el campo del líder pese a jugar en inferioridad más de media hora para regresar a ascenso directo y colocarse a un solo punto del Leganés; y ayer, que tenía la posibilidad de como mínimo dormir al frente de la clasificación, firmó su peor partido de la temporada en Ipurua para perder frente a un Burgos superior, que está haciendo una gran campaña -con el triunfo de Eibar entra en play-off- pero que si dependiera solo de sus resultados como visitante, ocuparía puestos de descenso.

El gol de Fer Niño en la recta final sentenció el choque, premió al que se lo mereció y volvió a complicar la situación clasificatoria de los armeros, que pierden el segundo puesto en favor de un Elche lanzado y ven cómo el Leganés puede pasar de estar a tiro a distanciarse en cuatro puntos si gana hoy en Lezama.

Un desaste, en definitiva, que se vio venir desde que comenzó el partido. El Eibar lo encaró con dos sorpresas: la entrada de Sergio por el sancionado Berrocal y la continuidad de Corpas pese a la recuperación de Tejero. El Burgos lo hizo con una más determinante: lejos de dedicar todos sus esfuerzos a defenderse ante un anfitrión previsiblemente crecido, saltó con un talante de lo más vertical. Como su intensidad también fue mayor y cuando no tenía el balón, se replegaba rápido y bien, el Eibar se sintió perdido. Incapaz de superar la presión rival para sacar el balón, arriba le faltó chispa para desbordar a un Burgos muy concentrado y además sufrió en defensa por la rapidez con la que salían los jugadores contrarios cuando recuperaban la pelota. No hubo muchas ocasiones claras pero fueron del Burgos y Luca evitó dos goles que ya cantaba la numerosa afición visitante.

No cambió nada tras el descanso. Al menos en los primeros minutos, en los que siguió viéndose más cómodo el Burgos. Conforme avanzó el tiempo, también lo fue haciendo el Eibar en el campo. Agradeció luego la entrada de Tejero, de cuyas botas salieron las ocasiones más claras, que fueron escasas y espaciadas y chocaron siempre con la buena respuesta del rival.

No fue recíproco. A diez minutos del final, Matos sacó de banda a la altura del área, donde le esperaba Curro para, ante la pasividad defensiva de los eibarreses, dejársela a Fer Niño, cuyo remate rozó en Nolaskoain antes de entrar. Apretó el Eibar con más corazón que cabeza y a punto estuvo de salvar un punto con un tremendo chutazo de Tejero que despejó Caro.