GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Costumbres y linaje


Un signo del fin del mundo propio es cuando demasiadas predicciones o intuiciones se cumplen. Si es en el ámbito de la política partidista más elemental, la cosa empieza a ser preocupante porque después de dar varias vueltas a la tortilla, nos encontramos con reglas que desconocíamos pese a estar interesados. Es esa situación inherente al cargo de príncipe heredero de la corona de Inglaterra que tiene a una madre ejemplar desaparecida, parcheando fotografías y a punto de un acto rotundo. Hemos sabido algo más, existe una mujer que se relaciona con el heredero, a la que dejó embarazada y al no querer abortar la casaron con un marqués que fue padre con cuatro meses de gestación de gemelos y uno de ellos ha tenido nombramiento rimbombante. ¿Cuál de los dos si son gemelos, por qué esa distinción? Pues atentos nutricionistas, gimnasios y tiendas de prenatal: el que pesó más al nacer. No hay razón científica de más peso argumental de linaje que lo que dicte la balanza.

Entonces, perdonen la insistencia, las costumbres y el linaje, los aciertos y desaciertos, las actitudes públicas y las privadas se arremolinan. Lo de Ayuso, no se sabe si tiene novio o testaferro. Y no es una metáfora. Lo de MAR «avisando» a un periódico de que iban a por ellos, a cerrarles, forma parte del linaje de un excomunista convertido en millonario en la charca del PP aznarista que bebe sin control y ha creado a la propia Ayuso como icono del desastre moral y político. Y me queda algo que me excita todavía más, Pablo Iglesias convertido en tabernero. No va más. La ruleta de los idiotas está al completo.