Huelva, la copa más complicada de localizar y la más bonita de ganar

El duelo entre IDK Euskotren y Valencia Basket dará comienzo hoy a una Copa muy abierta. Lointek Gernika Bizkaia se cruza mañana con Perfumerías Avenida, un rival cada vez menos inaccesible. Basket Zaragoza defiende su título, logrado hace un año con las jugadoras vascas Lara González y Gracia Alonso en sus filas.

En Huelva está el puerto de Palos de la Frontera, donde partió la primera expedición de Cristóbal Colón. Entre lo que nos atañe, aquel nuevo mundo inventó, creó y desarrolló el baloncesto, con James Naismith como padre fundador en 1891. Y 133 años después, esta «circunnavegación temporal» nos devuelve a Huelva, porque es ahí donde se juega la Copa Femenina de Baloncesto, desde hoy hasta el domingo 24.

«Jugar la Copa en Huelva no parece la decisión más sabia», admite, en todo caso, Rosó Buch, jugadora de Lointek Gernika Bizkaia y ganadora de este torneo en 2016, una Copa celebrada en el Josean Gasca de Donostia y en el que se impuso el conjunto onubense Conquero. «En Huelva fui muy feliz y aquella Copa que ganamos contra Perfumerías Avenida no lo olvidaré nunca. Pero respecto a la Copa del año pasado en Zaragoza, es sin duda un paso atrás. Llegar a Zaragoza es más fácil para los equipos y para los aficionados. El año pasado las gradas estaban llenas desde el jueves. Y llegar a Huelva es mucho más difícil: primero hay que ir a Sevilla y luego tomar un autobús o un tren a Huelva. Con todo el respeto, creo que se equivocan», indica la escolta de Mataró.

Pero después del triunfo en 2023 de Basket Zaragoza, parece que este año todo se ha dispuesto para que no haya sorpresas. Si los partidos de cuartos de final van a ser a las 18.00 y a las 20.30 tanto hoy y mañana, las semifinales se disputarán el sábado a las 12.00 y a las 15.00, para jugarse la finalísima el domingo a las 12.30. Un calendario comprimido que por definición beneficia a los grandes -Valencia Basket, Perfumerías Avenida, Girona y Basket Zaragoza- en perjuicio de IDK Euskotren y Lointek Gernika Bizkaia, tanto como de Ferrol y Estudiantes, al parecer encaminadas por la propia organización a que caigan en cuartos y no molesten.

MEMORIAS DE CAMPEONA

«Soy campeona de Copa y eso ya no me lo quita nadie. Cuando veía de pequeña por televisión este torneo me preguntaba cuándo iba a poder serlo yo. Y mira, pues el año pasado se nos dio el caso y es, sin duda, una de las experiencias más bonitas de mi vida», afirma Lara González, miembro el año pasado en la plantilla de Basket Zaragoza campeona del Torneo del KO junto con Gracia Alonso, hoy en Estudiantes. De regreso a IDK Euskotren, González va a la cita andaluza con ganas de vivir otra experiencia como la de 2023.

«Creíamos en nosotras», recuerda Lara González. «Fuimos pensando solo en el primer partido -Kutxabank Araski- y se nos dio todo de cara. Y ahí empezamos a pensar que ‘este año es el nuestro’. Estar en casa ayudó, porque tampoco nosotras dábamos mucho crédito a lo que hacíamos -derrotaron por 59-74 a Valencia Basket en semifinales y Perfumerías Avenida por 55-51 en la final- y una vez en la final, ya pensábamos que ‘ya que estamos aquí, ¿cómo no vamos a conseguir el triunfo?’».

Sus compañeras Becky Massey e Iris Mbulito lo tienen claro. «Preparamos un partido, pero llevamos ropa para cuatro días», dice la grancanaria. «¿Si no vas a competir, para qué vas? Ni preparas la mochila», reflexiona Massey.

IDK Euskotren juega esta tarde a las 18.00 y Lointek Gernika viaja esta noche en autobús para ir hasta Huelva y vérselas con Perfumerías Avenida mañana a la misma hora. «Vamos a soñar con la Copa, e intentaremos hacer realidad nuestros sueños», indica Marta Alberdi.

«El año pasado nos faltó creérnoslo desde el principio», reflexiona Rosó Buch. «Estuvimos a punto de liarla, pero empezamos mal, por lo que hay que aprender de ese error. Hay que salir a jugar de tú a tú desde el salto inicial», cree.

«La Copa es para vivirla», coinciden Buch y González. «Soñar por cosas como un derbi vasco en la final... nunca está de más. Una siempre piensa en ‘y si...’. Por tanto, si hacemos bien las cosas los 40 minutos, ¿por qué no llegar más lejos?».