El factor Anthony Hopkins

Nicholas Winton logró sacar de Checoslovaquia a 669 niños judíos predestinados a morir asesinados en el Holocausto. Este joven corredor de bolsa británico viajó a Checoslovaquia antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial y conoció los campos de refugiados nazis de primera mano. El impacto del drama que presenció le hizo dar un giro a su vida, que desde ese momento dedicó a intentar salvar al mayor número de niños posible, al entender o sospechar cuál iba a ser su destino.

Tras un sinfín de gestiones durante meses, siete trenes pudieron al fin salir de la Estación Central de Praga con destino a Gran Bretaña, con un total de 669 niños y niñas en su interior, casi todos judíos. Un octavo tren literalmente desapareció al iniciarse la invasión nazi de Polonia el 1 de setiembre de 1939. Los 250 niños y niñas que iban a bordo no volvieron a ser vistos nunca más. Esta es la base histórica sobre la que se asienta esta película protagonizada por el dos veces ganador del Óscar Anthony Hopkins.

DOS LÍNEAS TEMPORALES

El guion está basado en el libro “If It’s Not Impossible… The Life of Sir Nicholas Winton”, escrito por la hija del protagonista, Barbara Winton. El joven Nicholas Winton es encarnado por Johnny Flynn y a Elena Bonham Carter le ha correspondido meterse en la piel de la madre del protagonsita, la cual, al igual que un numeroso grupo de personas, hicieron posible dicha fuga de niños.

“Los niños de Winton” ha sido dirigida por James Hawes y presenta una estructura biográfica entrelazada que alterna dos líneas temporales distintas. En 1938, un joven Winton viaja a Praga y queda horrorizado al presenciar las penurias que afrontan los refugiados, especialmente los menores. Decidido a actuar, establece un comité para evacuar a estos niños hacia familias de acogida en Gran Bretaña. La otra línea temporal se sitúa en 1988, con un Winton ya anciano.