Desde que el 18 de enero se impusiera por 90-91 al Estrella Roja de Belgrado, Saski Baskonia no ha vuelto a ganar fuera de casa. Solo ha jugado cuatro partidos, cierto es, pero ha encajado 112 puntos en Múnich, 111 ante Fenerbahçe, y el Partizan de Belgrado se imponía el pasado martes a los gasteiztarras por un 87-83 más apurado, pero en el que Markus Howard tuvo que anotar 26 puntos para llegar al final del partido con opciones.

Y ayer, un Zalgiris Kaunas que no debiera estar en la pelea por meterse en el play-in se merendó al Baskonia que solo mandó en el juego durante dos momentos muy breves. Primero, cuando se adelantaba 9-15 en un buen inicio de partido que de pronto se esfumó. Después, en el tercer cuarto, con un parcial de 4-12 para paliar el estropicio de una primera mitad que había terminado con 48-34.

Pero si tras el buen arranque Ulanovas, Keenan Evans y Kevarrious Hayes se encargaron de desarbolar a los de Dusko Ivanovic, luego del parcial de 4-12, Andrea Trinchieri paró el partido y este parón logró activar al escolta Butkevicius, que lideraba un parcial de 16-9, pasando del 52-46 a un 68-55.

En adelante, fue un continuo quiero y no puedo, lastrado Saski Baskonia por los 15 rebotes ofensivos del cuadro lituano, como por su 4 de 22 en triples, sumando esos cuatro triples en el tercer cuarto.

CON TADAS, SIN CHISPA

La buena noticia del encuentro fue poder contar con Tadas Sedekerskis en el quinteto titular, superados sus problemas de rodilla que lo acabaron lastrando en el partido del martes.

Esta vez ni Markus Howard logró mantener al equipo a flote. Se fue al descanso sin anotar y si bien acabó con 14 puntos, no pudo evitar otra cornada lejos de casa. Solo resta un partido de Euroliga como local: Jueves Santo día 28 a las 20.30 ante Anadolu Efes, para cerrar la Fase Regular visitando las canchas del Real Madrid y la Virtus. Mejor no asustarse, pero las alarmas vuelven a sonar.