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SEGUNDA

El Eibar cae tras cuarenta minutos de angustia y doce de terror

Bautista marcó a los dos minutos pero la expulsión de Berrocal en el once abrió las puertas a la remontada del Valladolid, que anotó tres goles en la reanudación. El empate del Espanyol y la derrota del Elche dejan la segunda plaza a un punto.

Matheus protege el balón ante De la Hoz. (SD EIBAR)

Se relamía el Eibar cuando Bautista marcaba a los dos minutos de partido y retiraba delanteros mediado el segundo tiempo para proteger el golaverage. Hasta ese punto, teniendo en cuenta que en la primera vuelta se impuso al Valladolid por 5-1, se le torció tarde. Pero es que si el gol llegó rápido, la expulsión de Berrocal, cuarta de la temporada, no le fue a la zaga. A los once veía la roja y abría la puerta a la remontada de los pucelanos, que se volcaron sin puntería en la primera parte y la tuvieron toda en diez minutos de la segunda, cuando Meseguer, Sylla y Salazar voltearon el marcador. El Eibar ve cómo el Valladolid se le coloca a un solo punto aunque al menos minimiza daños por arriba porque el Elche perdió y el Espanyol, ahora segundo, no pasó del empate y solo le aventaja en un punto.

Empezaba el partido con novedades previsibles en el once armero -regresaban Nolaskoain y Bautista por Vencedor y Sergio León-, revolución en el pucelano y revuelta en la grada de Zorrilla, donde se pedían dimisiones, destituciones y poco menos que la intervención del ejército. Qué decir cuando Bautista anotó el 0-1, tras recuperación de Berrocal y asistencia de Nolaskoain.

No se le podía poner mejor la cosa al Eibar y tampoco podía tardar menos en torcérsele, en un arranque loco en el que solo faltó que saltase un perro al césped. A los seis minutos, doble parada de Luca en un córner y en el posterior saque de esquina, gol de Sylla anulado por falta previa a Matheus. Y cinco después, el propio Sylla era derribado por Berrocal cuando se marchaba solo al área. Roja directa al andaluz y agonía asegurada para su equipo.

No le fue tan mal en el primer tiempo. El Valladolid se volvó pero el Eibar no solo aguantó, aun sufriendo, sino que incluso lanzó un par de buenas contras. Pero Stoichkov pecó de egoísta en la primera y Tejero no pudo aprovechar la segunda.

Las ilusiones volaron en cuanto arrancó la segunda mitad, con acumulación de disgustos. Empezando por la lesión de Stoichkov -a su duda para el próximo sábado se unen las sanciones de Berrocal y, por cinco amarillas, Tejero- y siguiendo por los tres goles que encajó su equipo en apenas doce minutos.

El Valladolid se lanzó a por la goleada ante un rival desmayado. Tanto que hasta el volteo al golaverage parecía posible y Joseba Etxeberria decidió reforzar el centro del campo con la entrada de Vencedor y Sergio por Mario Soriano y Bautista, dejando a Konrad como único delantero. Al menos ese objetivo sí lo consiguieron los eibarreses.