GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Estamos en todo


Precisamente ahí. Chocar con un carguero y darte contra un pilar de un puente considerado de los más largos no es tarea fácil. Deben concurrir muchas circunstancias para que se produzca la colisión y que de ella se derrumbe toda la estructura de ingeniería hasta convertirse en una estampa rota. Ha sucedido en Baltimore, no sabemos mucho más que las imágenes servidas desde la distancia apropiada para que contemplemos como si de una película se tratara el derrumbe. El parte de afectados se irán sabiendo en entregas dosificadas. Se anuncian problemas de abastecimiento.

Lo que podemos asegurar es que estamos en todo, en todos los lugares, con miles de ojos que nos retratan. Vivimos en un gran escenario bajo la mirada de millones de cámaras que no pierden nada de lo que hacemos. Suceda lo que suceda y da lo mismo allá dónde suceda, aparecen pronto imágenes, vídeos que dejan constancia de lo que allí ha pasado o ha podido pasar. Algunas veces el interés más que morboso es repugnante. La salida del futbolista condenado por violación de prisión despertó un inusitado interés informativo. ¿Por qué? Lo pregunto sin buscar respuesta. Informar de ello no es lo mismo que hacer un despliegue de medios, dedicarle horas al momento, seguir la comitiva, volver a mostrar al condenado en la puerta de su casa, y acompañar todas las acciones de una narración vergonzante.

Añadan las imágenes de los supuestos ejecutores de la acción armada en Moscú con evidentes síntomas de haber sido interrogados siguiendo metodología universal bien conocida: la tortura.