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La indigencia en Argentina alcanza su nivel más alto en casi dos décadas

Con la indigencia en el 11,9% en Argentina, la cifra más alta en casi dos décadas, la pobreza entre la población urbana del país se situó en el 41,7% en el segundo semestre del año pasado, 1,6 puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en la primera mitad de 2023. Los niños y niñas son el grupo más vulnerable.

Un hombre rebusca en una papelera en una calle de Buenos Aires. (Roberto ALMEIDA AVELEDO | EUROPA PRESS)

La tasa de indigencia urbana en Argentina se ha situado en el segundo semestre de 2023 en el 11,9%, la tasa más alta en casi dos décadas, uno de los peores efectos de la elevadísima inflación que flagela al país sudamericano.

De acuerdo a un informe difundido el miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa que mide el sector de la población que ni siquiera puede cubrir sus necesidades básicas de alimentación estuvo entre julio y diciembre pasado 2,6 puntos por encima de la del primer semestre de 2023 y avanzó 3,8 puntos con respecto a la segunda mitad de 2022.

La tasa de indigencia del 11,9% registrada en el segundo semestre de 2023 es la más alta de la actual serie de medición de las condiciones de vida, iniciada en 2016, y la más elevada desde el segundo semestre de 2005, cuando el índice fue del 12,2% bajo la anterior serie estadística.

TASA DE POBREZA EN EL 41,7%

En tanto, la tasa de pobreza se ubicó en la segunda mitad del año pasado en el 41,7%, 1,6 puntos por encima del semestre anterior y con un ascenso de 2,5 puntos en la comparación interanual, constituyendo el valor más alto desde el segundo semestre de 2020, cuando en plena pandemia de covid-19 la pobreza en Argentina se había ubicado en el 42%. La medición tiene en cuenta el nivel de vida en los 31 centros urbanos más poblados del país, lo que abarca a 29,5 millones de personas, sobre una población total en Argentina de unos 46 millones de personas.

Dado que el Indec mide la pobreza en base a la capacidad de acceso a la cesta básica, los indicadores sociales tienen una vinculación directa con la evolución de los ingresos de los hogares y del coste de alimentos y servicios.

El año pasado, el índice de precios al consumidor acumuló un alza del 211,4%, la tasa de inflación más alta del mundo.

En este contexto, el valor de la cesta básica de alimentos y servicios, que marca la línea de la pobreza, acumuló un incremento del 225,1%. Pero el alza fue bastante mayor para la cesta alimentaria que marca la línea de la indigencia, cuyo valor trepó un 258,2%.

A la par de este salto inflacionario, la economía argentina se contrajo un 1,6%, mientras que el desempleo bajó a mínimos en varios años (al 5,7% en el tercer y cuarto trimestre de 2023), pero con escasa creación de trabajo registrado y alta informalidad y empleo por cuenta propia.

En estos dos últimos grupos los ingresos son menores y pierden claramente la carrera contra la inflación, empujando a la pobreza a miles de personas, incluso a aquellos con un trabajo. Según datos oficiales, los salarios crecieron el año pasado un 165,8% en el sector privado registrado y un 115,3% en el sector privado informal, con una pérdida sustancial del poder de compra.

EXPECTATIVAS PARA 2024

En lo que respecta a este año, las perspectivas no son positivas para los indicadores sociales

Pese a cierta desaceleración, la inflación continúa en niveles muy elevados sin que los ingresos logren recuperar el terreno perdido y con ayudas estatales recortadas por el ajuste del ultra Javier Milei.