Arnaitz GORRITI
CHEMNITZ
BALONCESTO

Bilbao Basket demuestra su valía el día de su eliminación

Los hombres de negro fueron el primer equipo que no disputa la Euroliga capaz de derrotar al Niners Chemnitz en su feudo, tras un duro partido.

Eliminado, pero con la cabeza alta se pudo despedir Surne Bilbao Basket de su periplo europeo.
Eliminado, pero con la cabeza alta se pudo despedir Surne Bilbao Basket de su periplo europeo. (FIBA BASKETBALL)

El objetivo de Surne Bilbao Basket de engalanar sus vitrinas con un título europeo deberá esperar. Pero lo primero era despedir con dignidad el periplo europeo en la Messe Chemnitz Arena, frente a un Niners Chemnitz que dirimirá su suerte continental en la finalísima ante el Bahçesehir turco, donde juega un ex de Bilbao Basket como es Axel Bouteille, tras superar al Varese que preside Luis Scola y en el que tambiñen juegan los exbaskonistas Nico Mannion y Hugo Besson.

Si Surne Bilbao Basket no está en la final es porque se ha topado con un rival mejor; o por lo menos, lo fue mejor en Miribilla, porque los hombres de negro, aunque no lograron enjugar la diferencia que traían de casa, conseguieron algo que solo el Bayern de Múnich y el Alba Berlín -dos equipos que compiten en Euroliga- habían logrado hasta la fecha, como fue profanar un Messe Chemnitz Arena lleno hasta los topes.

Caer cayeron, pero después de demostrarse y demostrar al resto de competidores que los hombres de negro bien hubieran podido merecer llegar a la finalísima. ¡Lástima de la mala segunda mitad de Miribilla!

DELIRIO Y LUCHA

Con el público en pie y algo revolucionado, Bilbao Basket, con un quinteto atípico con Hlinason como único hombre interior -con Sacha Killeya-Jones de baja y Tsalmpouris descartados, y los dos ala-pívots en el banquillo- comenzaba algo mejor, pero Ongwae, que inaugurado el marcador local a golpe de triple, hacía que el público alemán entrara en el delirio.

A partir de esa primera acción positiva, la iniciativa en el marcador y el juego fue para los de Rodrigo Pastore, aunque Bilbao Basket se pudo amarrar a la estela de su rival, con una anotación muy repartida, siendo los cuatro puntos de Pantzar la principal anotación individual bilbaina.

Aprendida la lección del Bilbao Arena, Bilbao Basket no se escondió a la hora de responder con la misma moneda a la habitual propuesta física del conjunto sajón. En ese sentido, hubo un sinnúmero de jugadas en la que los contactos y jugadas punibles que se quedaron sin señalar. Pero a diferencia de lo que ocurriera en Miribilla, esta vez la respuesta bilbaina fue mucho más acorde. En ese sentido, que jugadores como Thijs De Ridder o Kullamae tuvieran destellos de acierto vino muy bien para voltear un marcador que llegó a ponerse 25-18 para los de Rodrigo Pastore.

ELIMINATORIA CALIENTE

Fue ahí cuando más se desmandó el encuentro. El desacierto mutuo desde la larga distancia fue notorio, de manera que la única forma de encontrar algo de aire en el camino hacia el cesto rival era a base de correr en transición tras rebote o robo.

En ese sentido, el final de segundo cuarto de los hombres de negro fue mejor, con un De Ridder recuperando sensaciones. Y en esa alocada carrera final, con el público en pie y el banquillo de Bilbao Basket solicitando falta, se llegó al descanso con 36-39 en el luminoso, pero con mejores sensaciones que en Miribilla.

Para desgracia de los hombres de negro, la eliminatoria nunca amagó sufrir nada ni remotamente parecido a una voltereta, pero por la tensión con la que se jugó, cualquiera hubiera dicho que el partido de Miribilla cayó por una diferencia exigua.

Keith Hornsby encadenó ocho puntos, consiguiendo por fin una pequeña fractura en el marcador; el 64-70 del luminoso empezó a ser un hito, algo que el acierto de Kullamae, la verticalidad de Pantzar y la presencia defensiva de Hlisaron no hicieron sino ahondar. No se pudo remontar, pero sí demostrar su valía.