La ópera prima de la cineasta franco-marroquí Sofia Alaoui rompe con los convencionalismos del cine de ficción especulativa, alejándose de las ampulosas implicaciones globales o universales para adentrarse en una exploración más íntima y sutil. En lugar de enfocarse en fenómenos extraordinarios a escala masiva, la película adopta una perspectiva personal al abordar un supuesto evento alienígena desde los ojos de una mujer embarazada atrapada en las complejidades de su entorno sociocultural en Marruecos. La trama gira en torno al personaje que encarna con gran solvencia Oumaïma Barid, quien espera un hijo de su acaudalado esposo (Mehdi Dehbi). Su inserción en una familia acomodada la coloca en una posición delicada, siendo observada con recelo debido a sus modestos orígenes bereberes. Cuando su marido y su madre se ausentan, la protagonista se encuentra sola en la mansión familiar, pero su momento de libertad se ve interrumpido por misteriosos fenómenos atmosféricos que desatan el caos. A partir de este punto, “Animalia” adopta una atmósfera de incertidumbre, en la que ella emprende un viaje en busca de su esposo, enfrentándose a experiencias desconcertantes que trastocan su comprensión del mundo. Alaoui, se niega a proporcionar explicaciones definitivas sobre la naturaleza de estos eventos, generando un sentido de misterio y ambigüedad que invita al espectador a especular sobre el sentido de este viaje inusual. En dicho viaje, topamos con animales que exhiben comportamientos extraños y nieblas inquietantes que parecen ejercer un efecto profundo, aunque indefinido. La cineasta explora con sutileza las divisiones de clase y las tensiones culturales en la sociedad marroquí.