Manex ALTUNA

Gabarra, la bilbainada que simboliza el vínculo del Athletic con su pueblo

Símbolo de celebración y los títulos de los ochenta, la Gabarra volverá a surcar la Ría 40 años después para que el Athletic se funda en un abrazo con su afición. La simbiosis perfecta que marcará a una generación que lo vivirá por primera vez. Los jugadores se adelantaron el martes por la noche al improvisar una fiesta para sentirse cerca del pueblo al que representan en el campo.

La Gabarra fue restaurada en 2020 y volverá a surcar la Ría esta tarde.
La Gabarra fue restaurada en 2020 y volverá a surcar la Ría esta tarde. (Monika DEL VALLE | FOKU)

 

«Herritik sortu zinalako, maite zaitu herriak». Con esta frase se reivindica en el himno del Athletic la unión con el pueblo al que representa sobre un terreno de juego. A ese vínculo se le aporta una identidad al competir con jugadores nacidos o formados en Euskal Herria. Esa particular filosofía convierte al club en especial, «unique in the world» como se promociona ahora, o «bakarra munduan», como se canta con Marijaia en Aste Nagusia. El conjunto rojiblanco también tiene una forma propia de celebrar los títulos y consiste en subir por la Ría en una gabarra. Es la comunión perfecta, la simbiosis del Athletic con su pueblo.

El mito se creó en los ochenta, pero la idea la encontraron en una ‘bilbainada’ con la siguiente letra: «Por el Río Nervión bajaba una gabarra / Rumba la rumba la rum / Con once jugadores del Club Atxuritarra / Rumba la rumba la rumba / La rumba del cañón». Esa canción hacía referencia al triunfo del Acero Club de Olabeaga, un modesto equipo bilbaino que en 1924 se proclamó campeón de la serie B. Al regresar a casa tuvieron un merecido recibimiento y bajaron por la ría en una gabarra desde el muelle del Arenal hasta su barrio de Olabeaga.

Después de 27 años sin ganar una Liga, el Athletic volvió a conquistar el título el 1 de mayo de 1983. Logró su séptimo campeonato tras golear en Las Palmas (1-5) y fallar el Real Madrid contra el Valencia en la última jornada. La directiva de Pedro Aurtenetxe quiso celebrar el título de una forma diferente y recuperó la idea de la gabarra.

Fue un guiño a la tradición y al pasado industrial ya que se trataba de una embarcación que se utilizaba para transportar el hierro. El mismo mineral que buscaban los ingleses que trajeron el fútbol a Bizkaia y, según cuenta una divertida y enrevesada leyenda, sirvió para crear la palabra alirón con la que se celebraban los títulos rojiblancos.

HOMENAJE POPULAR

Los ochenta fueron tiempos convulsos en el ámbito social y político, pero el Athletic consiguió estrechar lazos entre toda la sociedad con sus celebraciones. ‘Piru’ Gainza, uno de los emblemas del club rojiblanco, advirtió a los jugadores después de ganar la Liga con la célebre frase: «Chavales, no sabéis lo que habéis hecho». Y no se equivocaba.

El Athletic aterrizó en el aeropuerto de Sondika el día 3 de mayo, algo antes de las once de la mañana y fueron miles los seguidores que acudieron a dar la bienvenida a su equipo. Según se destacaba en la crónica del diario “Egin”, se percibía algo especial en el ambiente. A los jugadores les costó un montón llegar hasta el autobús, aunque el momento cumbre de la jornada llegó en el paseo por la Ría con las dos orillas atestadas de público en los núcleos urbanos y de obreros que suspendían el trabajo en las zonas industriales.

La portada del periódico del día siguiente lo recogía de la siguiente forma: «El recibimiento a los campeones, una fiesta como no se recordaba». En el subtítulo se añadía que toda Bizkaia «mostró lo que es la vinculación de un pueblo con su equipo». Asimismo, en la crónica de lo sucedido se destacaban las palabras de Javier Clemente desde el Ayuntamieto al señalar que «el pueblo nos ha hecho vibrar» y los jugadores admitián que no esperaban semejante homenaje. «Txun, txun, txun, Athletic txapeldun», a ritmo de salsa, fue el lema más coreado por una afición que lo dio todo.

DOBLE ALEGRÍA

Al año siguiente, el Athletic hizo doblete y la Gabarra surcó la Ría después de ganar la Copa contra el Barcelona de Maradona con un gol de Endika Guarrotxena. La pelea con la que acabó la final se dejó notar en el sentir de una afición que arremetió con dureza contra el astro argentino. «Goiko ataca, Maradona se hace caca», fue una de las consignas más repetidas en los festejos.

Como anticipo de lo que estaba por venir, el día anterior el equipo recibió el primer homenaje en San Mamés junto a jugadores del Bilbao Athletic que luchaban por ganar el campeonato de Segunda y el juvenil que venció en su liga.

La segunda gabarra superó las previsiones y se cifró en un millón el número de aficionados que acudió a festejar. Fue una locura que desbordó los cálculos. Un espectáculo en rojo y blanco que dejó marcados de por vida a todos los que asistieron. El presidente Pedro Aurtenetxe destacó en sus declaraciones que «el Athletic es el símbolo de todo un pueblo, es suyo, y el pueblo sabe estar con lo que es suyo». Por su parte, el preparador físico Manolo Delgado resaltaba que la «fuerza» del Athletic está en «los márgenes de la Ría» y el doctor Ángel Gorostidi decía que «esto solo puede pasar en Euskadi». El club rojiblanco ha invitado a los componentes de aquel equipo a participar en la Gabarra de 2024. Otro ejemplo de ese hilo conductor que se traspasa de generación en generación y perdura.

SEGURIDAD FRENTE A ESPONTANEIDAD

Han pasado 40 años y las cosas han cambiado mucho. Para empezar el recorrido de la Gabarra será distinto y no llegará hasta el puente de San Antón en Bilbao La Vieja. Los jugadores tampoco subirán desde ahí a Begoña y se detendrán en el Ayuntamiento, donde se realizará el primer recibimiento para después dirigirse a la Diputación. La salida está prevista para las 16.30 desde el Abra de Getxo y la comitiva se compondrá de un centenar de barcos. Al igual que en los ochenta, una treintena de traineras de Bizkaia abrirá el paso a la embarcación con los jugadores.

Una de las diferencias con aquella época ha estado en la decisión del Athletic de cobrar a los barcos que quieran acompañar a la Gabarra. Al mismo tiempo, se ha organizado un «macrodispositivo» en el que trabajarán unas 1.200 personas entre policías, servicios de emergencia y personal de Osakidetza. Las restricciones al tráfico y las medidas de seguridad adoptadas son también numerosas, con la colocación de un vallado.

Es evidente que se ha perdido la espontaneidad de antaño en las celebraciones, como demuestra el expediente sancionador iniciado por la Ertzaintza contra cuatro jugadores del Athletic por realizar una concentración no comunicada en la vía pública. La plantilla rojiblanca improvisó una fiesta por las calles de Bilbo el martes por la noche con la electrotxaranga en la que participa Villalibre. Los jugadores comieron en una sidrería y quisieron festejar el título de Copa con la afición. El capitán Iker Muniain ejerció de maestro de ceremonias con el micrófono en la mano y subido a hombros.

Una iniciativa que deja en evidencia el arraigo del equipo con su gente y que seguro volverá a plasmarse esta jornada. El de la Txantrea y sus compañeros ya han popularizado la versión de un cántico que emplean los seguidores de River Plate y que dice así: «Este es el famoso Athletic, el famoso Athletic Club, y estos son los campeones, aupa Athletic txapeldun».