La cena de los campeones del Masters de Augusta reunió a la crème de la crème en la noche del martes al miércoles. El vizcaino Jon Rahm, campeón de 2023, agasajó a otros 32 chaquetas verdes como el hondarribiarra Txema Olazabal -campeón en 1994 y 1999- con un menú típico vasco.

Solo ellos sabrán de lo que hablaron, pero parte de las conversaciones seguro se dirigieron al torneo que arranca este mismo jueves hasta el domingo en el mítico Augusta National. El de Barrika regresa al campo para defender su chaqueta verde, esta vez fuera de la PGA y como integrante del controvertido LIV Golf.

La única forma de retener la icónica chaqueta verde de campeón es firmar un doblete en Augusta. Rahm tiene clara la magnitud del desafío y el nivel de sus rivales, que van de Scottie Scheffler -ganador en 2022- y el norirlandés Rory McIlroy -que pelea por completar el grand slam en su carrera-, a Brooks Koepka, Jordan Spieth y el japonés Ideki Matsuyama. Tampoco se podría descartar a Tiger Woods que, a sus 48 años, regresa a este campo por 29º año tras estrenarse en 1995 y ganar cinco títulos desde entonces.

DOBLE TERREMOTO

El año pasado, en el día de Pascua y tras cuatro días marcados por las adversas condiciones climáticas -este año las previsiones meteorológicas son mejores-, Rahm hizo historia.

El escenario del golf mundial ha cambiado radicalmente desde entonces. El terremoto causado por el LIV Golf, el millonario circuito financiado por el gobierno de Arabia Saudí, le arrebató a la PGA con un contrato estelar. Una propuesta que el de Barrika aceptó también por haber triunfado en Augusta. «Si no hubiese ganado un grande el año pasado no sé si hubiese dado ese salto, no te puedo decir con convicción», afirmó antes de su reto un Rahm que arrancará su defensa del título a las 16.30, hora de Euskal Herria. Txema Olazabal lo hará antes, a las 14.12.