GARA Euskal Herriko egunkaria

Emilio Alfaro se adentra en el territorio de los deseos ocultos en su segunda novela

El escritor y periodista Emilio Alfaro da un giro radical en su nueva novela, “El abismo que me acecha”, para adentrarse en el territorio de los deseos ocultos a través de «la historia de una fascinación que termina en un desengaño trágico». La soledad, la enfermedad, la amistad y las falsas ilusiones también salpican la trama.

Emilio Alfaro acaba de publicar «El abismo que me acecha», su segunda novela. (Jon URBE | FOKU)

En el territorio de los deseos ocultos se adentra el escritor y periodista Emilio Alfaro en su nueva novela, “El abismo que me acecha”, que acaba de publicar la editorial Alberdania.

Así lo reconoció ayer Alfaro en la presentación ante los medios de su nueva obra, sobre la que aseguró que «para un autor, siempre es un desafío su segunda novela». Añadió que supone «un cambio radical respecto a mi primera novela», titulada “Matar, amar”, para plantear una historia que «tiene algo de otoñal», no solo porque transcurre entre el otoño y el invierno, sino también por las circunstancias vitales de algunos de sus personajes principales.

Según explicó, “El abismo que me acecha” cuenta en primera persona la historia de Gerardo, un profesor de ingeniería que ya no espera demasiado de la vida. Recién jubilado y viudo, para ocupar su tiempo, comienza a colaborar en una oenegé dedicada a asistir a enfermos terminales.

En el hospital donde acompaña a Antonio, un empresario desahuciado, conoce a su hija Claudia, «arrebatadoramente atractiva, que mantiene una conflictiva relación con su padre. Las atenciones que le dedica Claudia lo encandilan y reavivan deseos y esperanzas que ya había enterrado. ¿Por qué no?, se pregunta».

A lo largo de la trama, Gerardo cuenta su historia familiar, al igual que Antonio, que, cuando termina abriéndose a su cuidador, le hace partícipe de «esos infiernos que en todas las familias pasan desapercibidos y afloran con determinados sucesos», detalló Alfaro.

«EL DESEO NO TIENE EDAD»

Al mismo tiempo, se desarrolla una relación entre Gerardo y Claudia, la hija de Antonio, a través de la cual el autor ha querido poner en evidencia, que «el deseo no tiene edad, aunque la edad es una barrera para determinada relación. Pero el deseo es consustancial a todas las personas y edades». El resultado final es «una historia de fascinación que termina en un desengaño trágico».

Alfaro reconoció que personas que ya han leído la novela le han comentado que, a través del personaje de Claudia, «había recogido la mujer fatal. Y es un personaje potente y a la vez fantasmal, pero la forma de fascinar al viejo profesor no es de mujer fatal. No le promete, ni le da nada. Le pone un señuelo y Gerardo entra a él con fascinación».

Pero “El abismo que me acecha” también aborda otros temas, como «la soledad, la enfermedad, la amistad, las falsas ilusiones… Tiene varias capas de lectura».

Y también está «la presencia del mal. Una referencia al mal, pero no es un mal en grandes dimensiones, como se ve en una guerra o en Gaza, sino en pequeño formato; el mal que anida en el alma humana. Se refleja una inclinación al mal que no tiene causas».