El temor a una escalada bélica tras el primer ataque directo de Irán sobre suelo israelí fue apaciguándose durante la jornada de ayer, pese a lo frágil de la situación. Al menos aparentemente. Irán se dio por satisfecho y anunció el fin de la operación. Y pese a las voces que clamaban venganza dentro de Israel, el llamado internacional a la calma y la contención fue prácticamente unánime, también desde EEUU, único país con capacidad de condicionar a Tel Aviv.

De hecho, si algo demostró el ataque iraní es que, para defenderse de ataques masivos, Israel necesita a Washington, que ayudó a derribar muchos de los 170 drones, 120 misiles balísticos y 30 misiles de crucero lanzados por Teherán. Solo dos proyectiles impactaron sobre suelo israelí, uno en una base militar y otro en el desierto del Negev, donde hirió a una niña beduina de 7 años.

Tel Aviv también contó con la ayuda de Gran Bretaña y Jordania, cuya actuación generó protestas entre la población, por su apoyo a la defensa del Estado sionista.

IRÁN DA POR FINALIZADA LA OFENSIVA

El presidente iraní, Ebrahim Raisí, se felicitó ayer a la mañana por la operación. «Anoche, los valientes hijos de la Guardia Revolucionaria, con la colaboración y coordinación de todos los sectores de defensa y políticos del país, abrieron una nueva página en la historia de la autoridad de Irán y dieron una lección al enemigo sionista», apuntó en un comunicado.

Aunque no dijo si habría nuevos ataques o no, dio a entender que no los habrá mientras su país no sea atacado como en la embajada de Damasco. «Hago hincapié en que cualquier nueva aventura contra los intereses de la nación iraní se encontrará con una respuesta más dura y decisiva por parte de la República Islámica del Irán», señaló.

Fue el ministro de Exteriores, Hosein Amirabdolahian, quien habló más claro, al asegurar que su país «no tiene intención de llevar a cabo nuevos ataques». «El haber ejercido el derecho a la legítima defensa muestra la postura responsable hacia la paz y la seguridad regional e internacional», explicó, añadiendo que «si fuera necesario, no dudaría en proteger sus intereses legítimos ante cualquier nueva agresión».

LLAMAMIENTOS A LA VENGANZA EN ISRAEL

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, valoró el ataque y su respuesta a primera hora de la mañana con un escueto mensaje en X: «Interceptamos. Bloqueamos. Juntos ganaremos». A última hora de la noche, el presidente de Israel, Isaac Herzog, aseguró estar estudiando «todas las opciones». «Esta es una declaración de guerra. Nos estamos conteniendo. Estamos consultando con nuestros socios y estamos considerando todas las opciones», apuntó.

Antes, durante la jornada, la retórica de varios miembros del Gobierno fue escalando. El Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en el que aseguró que «Irán debe pagar un precio por su agresión», aunque se refería a acciones diplomáticas como la inclusión de la Guardia Revolucionaria en los listados de organizaciones terroristas y de sanciones contra el programa iraní de misiles balísticos.

Benny Gantz, miembro del Gabinete de Guerra y principal adversario de Netanyahu, llamó a reforzar «el sistema de cooperación regional». «Frente a la amenaza de Irán, construiremos una coalición regional y nos aseguraremos de que Irán paga el precio en la forma y en el momento adecuados para nosotros», añadió el líder del opositor Unidad Nacional.

Otros ministros de extrema derecha, como los colonos Bezalel Smotrich -titular de Finanzas- e Itamar Ben Gvir -ministro de Seguridad Nacional-, llamaron abiertamente a la venganza y a castigar inmediata y militarmente el ataque lanzado por Irán.

Por su parte, el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, aseguró que ayer aprobaron nuevos planes de defensa y ataque.

EEUU LLAMA A LA CONTENCIÓN

En Washington se centraron en subrayar el éxito de la defensa, sugiriendo que no requiere acciones adicionales por parte de Tel Aviv. «Lo ocurrido esta noche es simplemente un increíble logro militar de Israel y, francamente, de EEUU y de otros socios que ayudaron a Israel a defenderse contra más de 300 drones y misiles», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. «Se trata de un ejemplo extraordinario de superioridad militar que Israel dio al mundo», añadió.

Kirby subrayó que los daños provocados por el ataque fueron «extremadamente leves» y subrayó que la obsesión del presidente estadounidense, Joe Biden, es evitar una escalada bélica. «Cada decisión, cada discusión que ha tenido está diseñada para no permitir que esto se convierta en una guerra regional amplia y ahí es donde todavía está su cabeza», apuntó el portavoz.

Según “The New York Times’’ y el portal Axios, Biden habría advertido a Netanyahu contra la tentación de responder militarmente a Irán y le habría recomendado que «aceptara la victoria» lograda con la exitosa defensa.

Múltiples actores internacionales, desde el G7 a los países árabes, pasando por la Unión Europea, coincidieron -pese a condenar muchos de ellos el ataque-, en llamar a la contención a todas las partes. Al cierre de esta edición se inició en New York una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU.