Las organizaciones agrarias EHNE, ENBA y Gipuzkoako Baso Elkartea denunciaron ayer «los ataques que proliferan para dañar y atemorizar a los propietarios forestales» y exigieron «una respuesta institucional firme».

En una rueda de prensa en Donostia, representantes de las citadas organizaciones censuraron que «la tala de 7.000 árboles en montes de Zestoa y Azpeitia ha sido el último episodio de unos sabotajes que no son algo nuevo en nuestros montes».

Dicha tala forma parte de una acción contra las plantaciones industriales de árboles, en la que se han cortado unos 11.000 árboles, según reivindicó la organización Lurraren Altxamendua.

«Son muchos los argumentos que tenemos para detener u obstaculizar las plantaciones industriales de árboles», explicó la citada organización. «Si bien la constante propaganda de la industria forestal dice lo contrario, hay que decir claramente que estas plantaciones no son bosques», señaló.

EHNE, ENBA y Gipuzkoako Baso Elkartea denunciaron que «durante años» se han «anillado árboles para que mueran poco a poco, o ataques contra determinadas especies», al tiempo que recordaron los sabotajes de agosto de 2021 en Bizkaia y de abril y agosto del pasado año en Gipuzkoa, con «cortes de cientos de árboles» en Arratia, Arano y Azpeitia.

La Diputación reiteró su «firme condena» ante los hechos, y se solidarizó con los propietarios forestales que están sufriendo las consecuencias de estos actos, que calificó como «vandalismo».