Beti Onak cayó derrotado con holgura ante un Elche que puso la directa hacia las semis sin especular con nada, ni pese a disputar una eliminatoria europea mañana mismo. Las de Rocamora demostraron sobre la pista la superioridad que ilustra la tabla clasificatoria de la fase regular, con un Elche que terminó lider y con un Beti Onak que se hizo con un hueco entre los ocho primeros en las últimas cuatro jornadas al sumar seis puntos de ocho posibles.

Con ello, en su segunda temporada en la élite, el equipo de Atarrabia superó a un histórico como Rocasa, que se encuentra en horas bajas, y obtuvo el premio de los play-off. El mero hecho de terminar entre los ocho mejores, cumpliendo con nota el objetivo principal de la temporada -la permanencia- ha supuesto un hito histórico para el Beti Onak, lo que constata los pasos adelante que están dando tanto el club como el primer equipo. De todas formas, esa mejoría no fue suficiente para poner en aprietos al Elche, que fue al descanso con una renta de siete goles (11-18) con una estelar Danila So Delgado -terminó el partido con 8 goles-.

DIFERENCIA SIDERAL

Empezó fuerte el Beti Onak, al estilo que comentaba su técnico Miguel Etxeberria en la previa del partido. Una vez soltado el lastre, era el momento ideal para arriesgar, para ser valiente, para jugar sin miedo. Las locales estrenaron el marcador -acertó Brasil Pereira en la primera jugada ofensiva- pero en seguida se toparon ante la velocidad del rival que, aun jugando en ataque estático, imponía un ritmo de alto voltaje al que no llegaron las locales. Las visitantes enseguida abrieron brecha (3-6, m. 7) y Etxeberria decidió parar el tiempo para tratar de buscar soluciones antes de que fuera tarde (4-8, m. 9). Cinco de los primeros ocho goles fueron al contragolpe y después de parar el tiempo, las de Rocamora lograron un parcial de 1-5 que dejó el partido -y casi la eliminatoria- prácticamente visto para sentencia (5-13, m. 15).

Beti Onak fue a remolque, sacó el orgullo y pudo parar la sangría (8-15) pero para entonces el Elche ya tenía el partido bajo su dominio, la diferencia entre los dos equipos era sideral. Esa desventaja de siete goles fue la tónica de todo el partido e incluso se amplió a diez en la recta final (21-31, m. 52), una brecha que a pesar de recortarla fue inalcanzable para el Beti Onak. Aún queda la vuelta, que se jugará en tierras ilicitanas el 30 de abril y sin que importe la diferencia de goles, pero solo un gran despiste sacará de la eliminatoria a un equipo tan trabajado.