Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
MENUDAS PIEZAS

Un jaque mate excesivamente luminoso

La última película de Nacho G. Velilla toma como referencia una historia real para abordar las experiencias de una profesora que, a través del ajedrez, pretende transformar vidas, ofreciendo una mirada optimista y emotiva sobre el poder de la enseñanza y la conexión humana. La protagonista es una mujer que regresa a su hogar con reticencia, y que se ve confrontada con la oportunidad de dirigir una clase para jóvenes desfavorecidos en su antiguo instituto. A través del ajedrez, encuentra la herramienta para cambiar el rumbo de estos alumnos que parecían sin rumbo fijo.

Velilla, experto en comedia co títulos como “Perdiendo el este” (2019) y “Por los pelos” (2022), se aparta de los lugares comunes, ofreciendo una perspectiva que quiere ser fresca y estimulante. La profesora, interpretada con por Alexandra Jiménez, es un personaje complejo y humano, cuyas imperfecciones nos acercan aún más a ella. El resto del elenco, compuesto por veteranos como María Adánez, Luis Callejo y José Manuel Poga, junto con una nueva generación, da vida a una historia que se excede en su intento de hacernos soñar y creer en el potencial de cada individuo.

La película no destaca especilamente en su aspecto visual, su humor se limita a ser efectivo y su enfoque en la conexión humana está repleta de clichés y diálogos escuchados en muchas ocasiones.

La trama a veces se ve comprometida por la abundancia de personajes y subtramas, dejando cabos sueltos y momentos olvidados que restan cohesión al conjunto.

“Menudas Piezas” es en su esencia una película sensible y esperanzadora que nos recuerda, una vez más, la importancia de seguir adelante y aspirar a algo en la vida. Es un producto familiar, bienintencionado pero reiterante en su mensaje luminoso y todo fluye de manera muy previsible.