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BALONCESTO

Un tercer cuarto perfecto envía al Baskonia a cuartos de final

Por primera vez desde 2019, los gasteiztarras juegan la antesala de la Final Four, donde espera el Real Madrid. Un parcial de 31-16 tras el receso, guiado entre Howard y Miller-McIntyre, dinamitó el choque.

Aunque los puntos corrieron a cargo de Markus Howard, el cambio de ritmo que metió Codi Miller-McIntyre fue la clave. (@SASKI BASKONIA)

¡Por fin! Desde 2019 Saski Baskonia no visitaba los cuartos de final de la Euroliga y anoche por fin rompió ese techo de cristal. Después de una primera mitad igualada a más no poder, los de Dusko Ivanovic rompieron el partido en la explosión del tercer cuarto, con 28 puntos de Makus Howard, 14 de ellos en el tercer cuarto, pero sobre todo con el cambio de ritmo que le metió Codi Miller-McIntyre.

El «Lobo», junto con un extraordinario Tadas Sedekerskis, amén de los momentos puntuales de Costello y Rogkavopoulos -o el buen hacer defensivo de Raieste-, le cambió la cara al partido y le sacó los colores a una Virtus que solo compitió jugando a media pista y con los arranques de Shengelia en el último cuarto.

En la antesala de la Final Four espera el Real Madrid, favorito número uno a plantarse en Berlín y en revalidar el título europeo. No obstante, si hay algún equipo que pueda buscarle las cosquillas al conjunto merengue, ese es un Saski Baskonia que, cuando encontró su velocidad de crucero y cerró el rebote, voló por los aires un partido de play-in que empezaba a tener mal cariz, porque durante los 20 primeros minutos fueron Cordinier, Hackett y Lundberg los que marcaron el ritmo del juego.

SEDEKERSKIS SE PRESENTA

Dusko Ivanovic prefirió dejar a Markus Howard -que cerró con una carta de tiro de 9 de 26, con 8 de 19 en triples- para la segunda unidad, metiendo a Nikjos Rogkavopoulos en el quinteto titular y, de paso, «chafándole» el plan a Luca Banchi, que optó por Pajola -elegido como «secante» de la estrella del Baskonia- en detrimento de Cordinier en un quinteto con el interesante duelo entre Shengelia y Sedekerskis, a falta de un Chima Moneke ausente por lesión.

El propio Sedekerskis anotó -dos veces de tres y un «dos más uno»- las tres primeras canastas del Baskonia en un arranque a tope de decibelios y tensión, con errores en el parqué y «duelo de insultos» entre las aficiones de la Virtus e Indar Baskonia con sus «hermanos» de la Fortitudo. Ajeno a todos esos ruidos, el capitán baskonista sorprendió con un buen hacer anotador tremendo, teniendo en Marco Belinelli la réplica exacta en el bando rival, ya que sumó los diez primeros puntos de la Virtus de Bolonia. No obstante, Belinelli ya no anotó nada más.

A golpe de triple, los gasteiztarras trataron de tomar ventaja, pero se toparon con un quinteto pequeño de la Virtus, con Cordinier muy encima de Howard ayudado por Hackett, para obligar a forzar los tiros al de Nueva Jersey y, de rebote, volver a igualar el encuentro que se encaminaba a los vestuarios sin que se rompiera: 41-41.

Pero tras el receso todo cambió. Codi Miller-McIntyre le cambió el ritmo al partido y la cara, al mismo tiempo. Howard, muy incómodo en la primera mitad, por fin se vio liberado, en buena medida por el control del rebote de los gasteiztarras, que desnudaron las carencias defensivas de su rival. Así llegaron los 14 puntos de Howard para un parcial de 31-16 que rompía el partido.

El excapitán de Saski Baskonia Tornike Shengelia se tomó la remontada como algo personal, pero nadie más en su equipo creyó en el georgiano, que se limitó a maquillar sus números a base de orgullo y verticalidad.

Los gasteiztarras pudieron incluso relamerse de una victoria que devuelve al Baskonia, cinco años después, a la antesala de la Final Four de la Euroliga. ¡Por fin!