La Real sumó ayer ante un Getafe con muchas bajas, como el domingo anterior ante el Almería en Anoeta, un empate escaso porque eran dos partidos factibles ante un calendario final muy difícil y el Betis ha recortado cuatro puntos en las dos jornadas para acercarse a tres de la sexta plaza.

En los dos encuentros los blanquiazules fueron capaces de adelantarse gracias al buen nivel de Becker, que tras marcar y asistir a Oyarzabal ante el Almería ayer dio un centro perfecto que Barrenetxea cabeceó a la red. Algunas de las virtudes de la Real en los últimos años han sido su solidez defensiva, su concentración y su capacidad para defender marcadores cortos. Pero si ante el colista perdió dos puntos en dos errores y en unos malos quince minutos finales, una desconexión de segundos permitió al Getafe dos centros y tres remates de Maksimovic, Óscar Rodríguez y Latasa.

En el primero Remiro realizó una parada espectacular, en el segundo el navarro ya sacó de dentro de la portería el balón y en el tercero no pudo evitar que el cabezazo de Latasa llegara hasta las redes. La Real ha pasado de ser un equipo al que los rivales no le hacían un gol a recibir dos en diez segundos, aunque solo uno podía subir al marcador.

UN BUEN COMIENZO

Ese minuto cambió un partido en el que hasta entonces la Real había sido superior. Salió dispuesta a demostrar que iba a estar a la altura del Getafe en todas las disputas, tuvo el control del juego con un papel estelar de Turrientes, sustituto del sancionado Zubimendi, y Zakharyan inició la jugada del gol.

Tras el empate la Real acusó el golpe, pero el ruso tuvo una buena oportunidad para adelantar a su equipo en la última jugada del primer tiempo, en la que lo hizo todo bien menos el remate, al enviar el balón donde estaba David Soria.

Imanol se vio obligado a sustituir a Traoré al descanso por una rotura fibrilar en el sóleo y cambió la banda derecha entera al entrar Kubo además de Odriozola, con lo que Becker pasó a la izquierda, donde estuvo peor. El Getafe pudo adelantarse en una falta en la que la Real se equivocó al defender con dos jugadores en los postes y el disparo de Óscar Rodríguez golpeó en uno y en Le Normand, que sacó el balón cuando casi superaba la línea de gol. Además Remiro desbarató una clara opción de Mata. Imanol acabó con tres centrales, Le Normand también tuvo que ser sustituido por Tierney con un problema muscular, y no generó ni juego ni ocasiones para ganar.