Escuchar al mundo
Ali Ahmad Said Esber nació en 1930 en Qasabin, una aldea en el norte de Siria, y toda su obra la ha creado bajo el seudónimo de Adonis.
«El tiempo avanza / apoyado en un bastón de huesos de muertos. / El filo del insomnio / corta el cuello de la noche. / ¿Cómo se puede juntar y cargar / este fardo de despojos?», escribió ya hace casi cuatro décadas a propósito de la infinita guerra del Líbano, país en el que vivió; ¿pero cómo no asociar estos versos al exterminio presente, que como siempre contemplamos impotentes y perplejos en nuestros televisores?
«La realidad es la flor más marchita / en el jardín de las palabras», escribió también Adonis para advertirnos de cuán inadvertida y fácilmente el lenguaje se vuelve onanista: tapa y oculta la realidad que en teoría pretende reflejar, y al cabo solo se refleja a sí mismo. Pero a pesar de los afilados escollos que siempre están prestos a hacernos naufragar, Adonis sabe que es preciso escribir: «Escribe / esa es la vía suprema / para leerte a ti mismo / y escuchar al mundo».
Y como hoy celebramos el Día del Libro hagamos el propósito de dejar de leer tanta nadería de chichinabo como se publica hogaño y echar mano, por ejemplo, de Adonis.