GARA Euskal Herriko egunkaria

EH Bildu suma un 52% más de votos en Bilbo y rompe todas sus marcas

Seguidores y seguidoras de EH Bildu asisten al acto de cierre de campaña en Bilbo. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Desde el pasado domingo por la noche mucho se ha hablado y escrito sobre el papel determinante que ha jugado el área metropolitana de Bilbo y, en concreto, la capital vizcaina a la hora de lograr para el PNV el agónico empate a escaños con EH Bildu. Y así ha sido, ya que el partido jeltzale ha aumentado su caudal de votos en esa ciudad un 15% respecto a 2020, tres veces más que en el global de la CAV, un pírrico 5% (la participación creció un 12%).

Al hilo de esta reflexión se ha insistido -es casi un tópico- en la necesidad que tiene la izquierda soberanista de crecer en ese todavía bastión jelkide. Sin embargo, los datos contantes y sonantes indican que ese crecimiento ya se está produciendo, y que en esta cita lo ha hecho, además, de forma acelerada y en mayor medida que en ningún otro lugar.

Y es que en cuatro años EH Bildu ha logrado aumentar nada menos que en un 52% el número de votos logrados en Bilbo, donde ha pasado de 23.970 papeletas en 2020 a 36.438 en estos comicios. El salto es enorme, y supera con creces el incremento registrado por la coalición tanto en términos globales (+36,9% en la CAV) como en el resto de capitales: un 49,7% más de votos en Gasteiz y un 41,5% más en Donostia.

El margen de crecimiento también era mayor, claro, pero es significativo que con un 22,44% de los votos totales en Bilbo EH Bildu saque ocho y diez puntos de ventaja, respectivamente, a PSE y PP, y quede a 17 puntos porcentuales del PNV. Aún es mucho, pero es que hace cuatro años estaba a 24 puntos y en 2016 nada menos que a 30. Los votos jeltzales triplicaban (y más) a los de la izquierda independentista.

CRECE EN TODOS LOS BARRIOS

En este escenario esperanzador para EH Bildu, la mejor noticia es que el crecimiento se ha dado en todos los barrios y distritos de la villa y lo ha hecho de una forma bastante homogénea, aunque con algunos picos, como en Otxarkoaga, donde ha doblado su represen- tación, Iturrigorri o Altamira, y otras zonas donde el avance ha sido menor, como Indautxu y Abando, plazas de gran poder adquisitivo, habitualmente difíciles y donde PNV y PP han sumado dos de cada tres sufragios. Y aun así, también en estos dos lugares ha superado el 10% de los votos.

De hecho, junto al partido jeltzale, EH Bildu es la única fuerza que rebasa el listón del 10% en todos los barrios, y en la gran mayoría, en 32 de 40, está por encima del 20%.

En estas elecciones autonómicas la izquierda soberanista ha sido la primera fuerza en los barrios en los que tradicionalmente ha tenido gran implantación, como Zazpi Kaleak, Atxuri, San Frantzisko, Bilbo Zaharra y Deustuibarra, donde repite mayoría absoluta, pero el pasado domingo también ganó en mesas de barrios donde tuvo un muy buen resultado general, como Bolueta, Errekalde u Otxarkoaga.

PSE: MÁS VOTOS, MENOS PRESENCIA

En este último barrio, además, EH Bildu ha logrado desbancar al PSE de la segunda posición, algo que también ha ocurrido en Ibarrekolanda, Arabella, Ametzola, Uretamendi, Iturrigorri, Basurtu, Masustegi y Altamira. Además, ha mantenido el segundo puesto, entre otras, en algunas plazas tan significativas como Zorrotza, Deustu, San Inazio, Errekalde, Txurdinaga, Santutxu, Begoña, Irala, Abusu, Miribilla, Bolueta, Zurbaran, Uribarri, Matiko, Castaños, San Adrián, Larraskitu, Olabeaga, Iturralde, Solokoetxe y Zabala. Y en estas tres últimas apenas le han separado un puñado de votos del primer puesto.

El afianzamiento de EH Bildu como segunda fuerza a nivel de municipio como en los barrios provoca la paradoja de que el PSE, que ha subido en votos y porcentaje, aunque en este último caso de forma muy ligera, haya perdido posiciones en el duelo entre partidos, ya que solo se mantiene como segundo en Arangoiti, y baja al cuarto puesto en Indautxu y Abando. Estos dos barrios, donde ha quedado en segundo lugar, son el principal motivo de alegría para un PP que crece nada menos que un 64% en votos respecto a 2020, pero que no llega a los niveles de 2016. Y es que hace cuatro años el batacazo fue terrible.

Estos datos constatan, en definitiva, la fuerza que aún mantiene en Bilbo el PNV, pero, asimismo, ayudan a entender un cambio que está siendo profundo en una ciudad que ha aportado a EH Bildu el 10% de todos sus votos en la CAV.