Oriol Junqueras explicó ayer la decisión de dejar la Presidencia de ERC, adoptada la tarde anterior durante un cónclave de cuatro horas en el que la dirección del partido analizó los malos resultados electorales del domingo, y vino a decir que se trata de un paso atrás para coger impulso, porque, indicó él se siente «úti» y cree que puede «ayudar». No descarta por tanto, ni mucho menos, volver a asumir el liderazgo del partido o puestos de alta responsabilidad en el congreso que se ha convocado para el mes de noviembre.

Junqueras comenzó admitiendo que la ciudadanía ha dado un toque a ERC con su voto (al caer de 33 a 20 escaños en el Parlament), lo que hace preciso un proceso en el que recupere «su confianza» a través de una «reconexión». Esto, añadió, hace necesaria una fase inicial de «escucha». Dijo en concreto que necesita «escuchar, salir a la calle a escuchar y a hablar. Y eso es mejor hacerlo en condición de igual a igual, no desde un cargo». Por ese motivo deja la Presidencia.

Este proceso de interlocución lo hizo extensivo tanto a la militancia del partido como al resto de la sociedad. Por si hubiera dudas, insistió en que a futuro él se siente capacitado y gon ganas. «No tengo prisa para nada, pero tampoco quiero renunciar a nada a la hora de ayudar al partido y al país», enfatizó el líder de Esquerra.

PUIGDEMONT INICIA CONTACTOS

Por su parte, el candidato de Junts a la Presidencia, Carles Puigdemont, reiteró su intención de presentarse a la investidura en el Parlament, para la que ya ha iniciado «contactos discretos» con la intención de formar Govern en solitario. «Tenemos una oportunidad y la agotaremos», expuso.

Puigdemont señaló que una repetición electoral «no es un buen escenario para nadie» y no debe ser ni la «opción», ni la «prioridad» de Junts, aunque advirtió: «No nos da miedo y estamos preparados para todas las eventualidades».

A juicio del expresident, ante la ausencia de «mayorías absolutas clásicas» en el Parlament y un «tripartito clásico rozando el palo», Junts tiene más opciones para formar «un Govern en minoría» que el candidato del PSC, Salvador Illa, y anunció que las «lucharán». «En un escenario de mayoría simple tenemos más opciones nosotros, más opciones de hacer un gobierno y una mayoría coherente», sostuvo.

El candidato de Junts apeló a los suyos a ser «extremadamente respetuosos» con la situación interna de ERC, partido que querría que fuera su socio en el Ejecutivo catalán.

UN PSC CONCILIADOR

En los mismos términos se expresó Illa, que pidió «respetar los tiempos» de ERC. Repitiendo su lectura tras los resultados electorales, el dirigente del PSC señaló que en Catalunya ha habido «un cambio de rasante» y que, como primera muestra de ello, la Mesa del Parlament «deberá mostrar esa pluralidad».

Durante una entrevista en la Cadena Ser, Illa mostró un tono muy conciliador con los republicanos, que parecen muleta necesaria en cualquier fórmula para gobernar Catalunya la próxima legislatura. «Quiero reconocer el papel tan relevante que ha tenido y que seguirá teniendo», declaró, calificando de «muy digno» el papel del president en funciones Pere Aragonès. «Ha tenido siempre todo el respeto personal y político mío y del PSC, y lo sigue teniendo», añadió.