Gorka ITURRATE
KOLABORAZIOA

Paradojas de la industria

Escribo este texto tras cumplir un año trabajando en la administración pública como auxiliar administrativo interino, después de haber seguido el pertinente proceso de concurso-oposición.

La segunda razón que me ha animado a encender el portátil y redactar estas líneas son las noticias reflejadas por los medios informativos explicando el balance «muy positivo» que hacen los organizadores de la recientemente clausurada Bienal Internacional de Máquina Herramienta.

Se preguntará el lector qué tiene que ver una cosa con la otra. Muy sencillo, me formé como ingeniero técnico eléctrico en la UPV y estuve trabajando unos cuantos años en una pequeña ingeniería hasta acabar «cansado» y decidirme a opositar siguiendo los pasos pertinentes: sacar el perfil de euskara, inscripción en diferentes OPE, estudiar las leyes correspondientes, hacer los exámenes... Conseguirlo sin dejar el trabajo supuso un gran esfuerzo.

Entrecomillo lo de «cansado» porque es la tercera y última razón que quería reflejar en estas líneas y viene a cuento a raíz de la polémica que se levantó hace algunos días cuando el lehendakari, en un acto de inauguración de una planta de embalaje, reclamó «pagar bien a las personas por su trabajo, no solo de manera digna». No tardó la patronal guipuzcoana en pasar la patata caliente trasladando el problema a la escasez y la carestía de la vivienda. Afirmación fuera de toda duda, pero también bastante escasa. Más recientemente la patronal alavesa, SEA, salta a la palestra quejándose del alto absentismo laboral. No soy analista experto en estos temas, pero si pagas mal y no tienes a gusto a los trabajadores, ¿qué puedes esperar?

Curiosamente, mucha gente preparada, con estudios, compañeros en la universidad, conocidos, etc., han seguido una trayectoria similar a la de un servidor y actualmente se encuentran trabajando para la administración en puestos nada relacionados con su formación. Hemos llegado a este punto tras adquirir formación y experiencia en el campo industrial y, sin embargo, nos resulta más gratificante y saludable trabajar en mejores condiciones. Por otro lado, la industria clama por la escasez de personal preparado y, al mismo tiempo, afirman que la recién terminada Bienal Internacional de Máquina Herramienta ha sido un éxito. Todo esto resulta, cuanto menos, paradójico.

Tras esta exposición, les invito a sacar sus propias conclusiones. Por su parte, quién ha escrito estas líneas las tiene muy claras desde hace ya tiempo.