JUN. 20 2024 Ramaphosa anuncia «una nueva era» con su inédito Gobierno de coalición El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, obligado a formar el primer Gobierno de coalición en democracia tras un duro revés para su partido, el ANC, en las últimas elecciones legislativas, afirmó en la ceremonia de toma de posesión que el país ha entrado «en una nueva era». Apostó por «un crecimiento inclusivo» y «sanar las divisiones». Cyril Ramaphosa jura el cargo como presidente de Sudáfrica. (Kim LUDBROOK AFP) GARA PRETORIA El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, reelegido para un segundo mandato subrayó ayer durante su toma de posesión, que «la formación de un Gobierno de unidad nacional es el comienzo de una nueva era». El histórico Congreso Nacional Africano (ANC), en el poder desde el fin del apartheid, perdió por primera vez su mayoría absoluta en el Parlamento, al obtener el 40% de los votos en las recientes elecciones legislativas. En un clima de pobreza creciente, desempleo endémico y casos de corrupción, el histórico partido ocupa ahora 159 de los 400 escaños parlamentarios. Y Ramaphosa, reelegido por cinco años, deberá formar un Ejecutivo de coalición sin precedentes en treinta años de democracia en el país, la economía más industrializada de África. Aunque falta dar forma a los detalles de la alianza, Ramaphosa subrayó que los partidos han acordado una declaración de intenciones para «buscar un crecimiento económico rápido, inclusivo y sostenible», entre otros objetivos, en un discurso en el que prometió trabajar para «sanar las divisiones del pasado» y «superar las desigualdades del presente». EL REPARTO, LA TAREA MÁS COMPLICADA Ahora llega la parte más complicada para el presidente, que debe decidir qué carteras cede el ANC de cara a la formación del próximo Gobierno sin provocar un revuelo en sus propias filas. El primer partido de la oposición, la Alianza Democrática (DA), un partido que se define como liberal, percibido todavía como blanco y que posee 87 escaños en la Asamblea, respondió al llamamiento de Ramaphosa de formar un Ejecutiv de unidad nacional, al igual que el Partido de la Libertad Inkatha (IFP), nacionalista zulú, y otras dos pequeñas formaciones. «No tenemos tiempo que perder, 30 millones de personas en el país están atrapadas en la pobreza», señaló ayer el líder del DA, John Steenhuisen, partidario de las desregulación de la economía. Una veintena de jefes de Estado y de Gobierno asistieron a la ceremonia, así como exmandatarios, delegaciones de numerosos países y jefes tradicionales sudafricanos. Cyril Ramaphosa se convirtió en jefe de Estado tras la dimisión de Jacob Zuma en 2018, y fue elegido en los comicios de 2019. Tras desempeñar un importante papel en las negociaciones que desmantelaron el apartheid, se convirtió en una figura destacada del capitalismo negro y uno de los hombres más ricos del país. Legó a la Presidencia con una promesa de cambio para acabar con la corrupción generalizada bajo el mandato de su antecesor. Pero durante su Gobierno, la frustración aumentó por la persistencia del elevado desempleo (32,9 %), la criminalidad, la crisis energética con constantes apagones y la extrema desigualdad que todavía pesa sobre la población negra de Sudáfrica. OPOSICIÓNLa izquierda de los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) de Julius Malema (39 diputados) y el uMkhonto weSizwe del expresidente Jacob Zuma (58 diputados) se han unido en la promesa común de «hacer fracasar la alianza gubernamental dirigida por blancos». Ayer no asistieron a la ceremonia. POLÉMICASCyril Ramaphosa no está exento de polémica, como empresario por su implicación en 2012 en la Masacre de Marikana, el peor episodio de violencia en democracia, y como presidente por un presunto caso de corrupción que hizo que su dimisión pareciera inminente en diciembre de 2022.