El denominado cine contemplativo o “slow cinema” es aquel que rechaza las técnicas clásicas de montaje analítico para explorar el potencial estético del tiempo real mediante diferentes estrategias. Entre las características destacan, por ejemplo, el empleo de tomas de muy larga duración o estáticas, diálogos escasos o incluso inexistentes, música extradiegética poco frecuente o predominio casi total del montaje sintético sobre el analítico. El trabajo de cineastas como Béla Tarr, Naomi Kawase, Lisandro Alonso o Abbas Kiarostami son algunos ejemplos. Dado que el cine contemplativo no es un género en sí mismo, sino un modo de representación fílmica muy singular, sus técnicas han sido aplicadas a diferentes géneros cinematográficos, pero me atrevería a decir que es de las primeras veces que se utiliza en este concreto: “De naturaleza violenta” es una película de terror del subgénero slasher -psicópata que persigue y asesina brutalmente-, que enfatiza las tomas muy largas y estáticas y no presenta banda sonora. La película sigue a un asesino resucitado que busca una reliquia que han robado de su madre. En su búsqueda, se abre camino brutalmente entre un grupo de amigos.

Ópera prima del director Chris Nash, reconoce que se inspiró para el estilo de la película en varias cintas dirigidas por Gus Van Sant como “Gerry” (2002), “Elephant” (2003) y “Last Days “(2005). Nash caracteriza estas películas como «más lentas, más metódicas, más deliberadas y que siguen a los personajes a través de una escena». También cita el trabajo del director Terrence Malick como una influencia.

PSICOLOGÍA DE UNA PELÍCULA «LENTA»

. El investigador de la Universidad de Groninga Jakob Boer ha analizado las diferentes formas en que se reacciona ante el cine lento o contemplativo. Según su hipótesis, la valoración del grado de lentitud de una película depende del horizonte de expectativas previas del espectador y su nivel de conocimiento de los rasgos de estilo de esta tendencia: «Una película lenta solo es lenta en comparación con la norma de un ritmo más rápido al que uno se ha acostumbrado».