El Ciclo de Música de Cámara: orgullo y pasión

Si el sábado comenzaba el Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical Donostiarra, el domingo lo hacía el Ciclo de Música de Cámara, un conjunto de cinco conciertos que suponen la quintaesencia del recital, y lo hacían en el claustro de San Telmo Museoa, un remanso de quietud en medio del bullicio urbano, ideal para disfrutar de la música más íntima.

Quincena propone para esta edición la idea del viaje hacia lo exótico como hilo conductor, pero, aun sin perder de vista este concepto, el verdadero denominador común de este ciclo de Música de Cámara es una característica de todas las obras y compositores presentados en los distintos conciertos: el orgullo por los orígenes y la pasión por la creación musical. En cada uno de los recitales, el oyente transitará distintos caminos, realizará muy distintos viajes, pero todos labrados por estas dos motivaciones en cinco atractivas propuestas.

El ciclo se estrenó el pasado domingo con un recital monográfico del más alto nivel, con la ‘‘Suite Iberia’’ de Isaac Albéniz interpretada al piano por el que está considerado como uno de los mejores intérpretes de la monumental obra. Con una inspirada y personal versión, Luis Fernando Pérez materializó ese aire popular, ese orgullo folklórico que Albéniz imprimió a su obra, con elegancia y maestría.

IAGOBA FANLO Y MARIO PRISUELOS

El próximo concierto tendrá lugar hoy mismo con un dúo formado por el violonchelista Iagoba Fanlo y el pianista Mario Prisuelos, que presentan un programa titulado ‘‘Popular y magistral’’ en el que, al igual que lo hacía Albéniz en su suite, autores como Turina, Guridi, Franco y otros como Martinů y Shostakovich, más lejanos en distancia pero simultáneos en el tiempo, recurren con orgullo a la música popular, a la influencia de sus tradiciones autóctonas, para componer las más bellas y emotivas piezas.

El ecuador del ciclo tendrá lugar mañana, miércoles 7, con la participación del Cuarteto Elías, un clásico y ya veterano -pese a la juventud de sus integrantes- cuarteto de cuerda, que reúne el carácter vitalista y profundo de los intérpretes de su generación.

Fieles a esa forma de ser y de sentir la música, traerán un programa pasional y apasionante, con cuartetos de cuerda de autores tan dispares en tiempo y estilo como Haydn y Stravinsky, pero con esa intensidad desbordante que los aúna. En la segunda parte, el arrebatador cuarteto de Schubert ‘‘La muerte y la doncella’’ sumará tragedia a la pasión en una vibrante obra, paradigma del cuarteto romántico.

SONORIDAD PARTICULAR

La propuesta más singular llegará el jueves 22 con Dianto Reed Quintet, un quinteto de maderas formado un oboe, un saxo, un fagot, un clarinete y un clarinete bajo. Sin duda, una formación diferente que aportará su exotismo y particular sonoridad a un programa titulado ‘‘Identidades: la magia del Duende’’ que, con obras de Albéniz, Granados, Vives y Falla, entre otros, llenará de aires folklóricos la noche donostiarra.

El último concierto tendrá lugar el sábado 24 con otra peculiar formación: viola, clarinete y piano. Isabel Villanueva, Patrick Messina y Philippe Bianconi ofrecerán dos apasionantes tríos, de Mozart y Schumann -este último en versión de Laurent Lefrançois-, aunque donde verdaderamente brillará la excepcionalidad de estos intérpretes será en la interpretación de dos sonatas de Brahms, una para viola y otra para clarinete, comparando cómo transmiten dos instrumentos tan distintos una misma pasión.