La tensión en Oriente Medio, y en el mundo, a la espera desde hace seis días de la respuesta de Irán y sus organizaciones aliadas de Líbano, Yemen, Siria e Irak a la muerte en un ataque de Israel en Teherán del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, y del líder militar del Hizbulah, Fuad Shukr, en Beirut, se agravó ayer después de que tanto EEUU como la República Islámica sugirieran que la respuesta era inminente.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aseguró que un eventual ataque de Irán y Hizbulah contra territorio israelí podría comenzar en 24 o 48 horas o incluso ayer mismo. Al cierre de esta edición, ni Irán ni Hizbulah habían atacado Israel, pero la alianza de milicias Resistencia Islámica en Irak reivindicó el lanzamiento de cuatro misiles contra la base aérea de la coalición internacional liderada por EEUU en Ain al-Assad, en el oeste del país árabe, que no registró daños materiales ni humanos, tras meses sin apenas lanzar ataques, después de que en enero uno de sus drones matara a tres militares estadounidenses en la frontera entre Siria y Jordania.

Las declaraciones de Blinken se sumaron a las del portavoz de Exteriores iraní, Nasser Kanani, quien señaló que, aunque su país no busca una escalada de enfrentamientos en la región, una acción de respuesta a Israel es «inevitable» para evitar una mayor desestabilización en la región. Kanani se refirió a la muerte de Haniyeh para reiterar que Israel «es la fuente de la escalada» en Oriente Medio y anunciar que Irán responderá «con decisión y firmeza», ya que tiene «legalmente derecho» a hacerlo.

Ante la eventual respuesta de Irán y Hizbulah, EEUU ha reforzado su presencia militar en la región y ha intensificado sus maniobras diplomáticas para reeditar la alianza regional -con Arabia Saudí y Jordania- que en abril ayudó a Israel a interceptar los proyecti- les lanzados desde Irán en respuesta a la destrucción de su consulado en Damasco.

Mientras la región espera en vilo la eventual respuesta iraní, el régimen sionista continúa con sus matanzas en la Franja de Gaza y sus ataques en Líbano, desde donde se lanzaron varios drones de madrugada y donde Israel mató a un paramédico y a un combatiente de Hizbulah.

En Gaza, las fuerzas israelíes mataron a al menos 40 palestinos en varios ataques, incluidas las masacres de tres familias. Treinta de esos muertos -los equipos de rescate seguían buscando a 16 desaparecidos- se registraron en los bombardeos de las escuelas Hassan Salame y Nasser de la ciudad de Gaza.

Israel también anunció haber matado al ministro gazatí de Economía, Abed al-Zeriei, en un bombardeo el domingo contra una vivienda y las tiendas de campaña de refugiados en Deir al-Balah. Al-Zeriei era el responsable de la distribución de la ayuda humanitaria y el combustible.

A punto de cumplirse diez meses de la brutal ofensiva sionista contra el enclave palestino, su Ejército ha matado ya a 39.623 personas -10.000 más siguen desaparecidas-, más del 75% mujeres y niños.

Israel devuelve 84 cadáveres robados de cementerios de Gaza

Las autoridades israelíes entregaron ayer los cuerpos de otros 84 palestinos «secuestrados» por las fuerzas israelíes de los cementerios de la Franja de Gaza, algunos de los cuales están en avanzado o completo estado de descomposición, troceados e irreconocibles, lo que dificulta su identificación. Se calcula que Israel ha desenterrado y robado unos 2.000 cadáveres.

Los cuerpos llegaron envueltos en lonas azules en un camión y fueron enterrados en el Cementerio Turco de Jan Yunis. Es la tercera entrega que realiza el régimen sionista desde el 7 de octubre.

«Es un crimen sádico sin precedentes en la historia de la humanidad», apuntó Hamas, que comparó de nuevo a Israel con la Alemania nazi por «asesinar a civiles desarmados en hospitales y refugios, secuestrar sus cuerpos y exhumar las tumbas de mártires y muertos para transportarlos a centros de la ocupación», multiplicando el sufrimiento de sus familias. Por ello, pidió a la comunidad internacional que se posicione y lo denuncie.GARA