Concentración en Bilbo contra la injerencia en Venezuela y para frenar al fascismo
Una concentración junto al monolito que recuerda a Simón Bolívar en la plaza de Venezuela de Bilbo demandó ayer por la tarde que acabe la injerencia en el país caribeño y defendió el resultado del proceso electoral que dio la victoria a Nicolás Maduro. Las consignas en apoyo al proceso bolivariano se sucedieron con la figura de Hugo Chávez todavía muy presente.
El rojo dominó la movilización convocada por organizaciones políticas, sindicales y sociales vascas en defensa de la soberanía del pueblo de Venezuela frente a la injerencia internacional.
Dos de los observadores en las elecciones dieron lectura a la declaración en la que afirmaron jornadas atrás que el resultado «es la legítima expresión del pueblo venezolano en ejercicio de su soberanía».
«Las acusaciones de fraude por parte de algunos grupos opositores carecen totalmente de cualquier fundamento y tan solo responden a una vieja estrategia política de elementos extremistas de socavar la institucionalidad venezolana», subrayaron.
Precisamente, Glenna Cabello, la cónsul de Venezuela en Bilbo, incidió posteriormente en la «transparencia» del proceso y en la estrategia de «desestabilización» desarrollada por la oposición liberada por María Corina Machado, como antes lo hicieron otros, bajo el paraguas de los EEUU. «Váyanse al carajo», enfatizó, pidiendo respeto para la mayoría que ha respaldado en las urnas a Maduro.
Agradeció el apoyo de diferentes organizaciones vascas al pueblo venezolano y remarcó que estaban también celebrando la victoria de la expresión de la voluntad popular con el triunfo del presidente.
INDEPENDENCIA
A quienes desde un punto de vista «colonialista» les reclaman las actas de los comicios que la oposición, insistió, falsea, la representante consular les dijo que la única acta que están dispuestos a presentar es la de independencia de 1811, ya que lo que está en juego es ser soberanos y que los ricos y abundantes recursos naturales que poseen no caigan en manos de las grandes corporaciones estadounidenses.