Ucrania parece querer consolidar la invasión de la región de Kursk para crear una «zona de seguridad». Desde que el 6 de agosto las fuerzas de Kiev entraran en territorio ruso, han llevado a cabo la mayor incursión de un ejército extranjero en suelo ruso desde la invasión del Ejército nazi en la II Guerra Mundial.

«Seguimos avanzando en la región de Kursk. Desde el comienzo del día, hemos recorrido entre uno y dos kilómetros en diferentes zonas», afirmó ayer el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que aseguró que 74 localidades rusas están bajo control de Kiev y que capturaron a «más de 100 soldados rusos», que tiene intención de canjear por ucranianos. «Estamos logrando nuestro objetivo estratégico», añadió el mandatario.

A la vez, las fuerzas ucranianas atacaron con drones de largo alcance cuatro aeródromos en el centro y oeste de Rusia, en Kursk, Voronezh, Savasleika y Borisoglebsk.

El ministro de Interior, Igor Klimenko, explicó que Ucrania busca crear «una zona de amortiguamiento» para proteger a su población fronteriza de los bombardeos rusos, lo que iría más allá de una distracción para dividir las tropas rusas en un nuevo frente.

En mayo, Moscú también presentó la ofensiva contra la región ucraniana de Jarkov como una medida destinada a establecer una «zona de seguridad» para frenar los ataques que desde allí se lanzan contra las regiones rusas vecinas pero los bombardeos siguen.

La incursión ucraniana ya ha provocado el desplazamiento de más de 120.000 personas, según Rusia, y la muerte de al menos 12 civiles y heridas a más de un centenar. En Ucrania, más de 20.000 personas han sido evacuadas en la región de Sumy, fronteriza con la de Kursk.

Por su parte, el Ejército ruso declaró que había frustrado los intentos de grupos ucranianos de avanzar en cinco localidades. Según cálculos de AFP las tropas ucranianas han avanzado 800 kilómetros cuadrados, mientras Kiev reivindica hasta 1.000 kilómetros cuadrados. Moscú sostiene que el grueso de las fuerzas ucranianas «está casi bloqueado en todas las direcciones» y apenas operan «grupos de sabotaje aislados esparcidos por los bosques», aunque el gobernador de Kursk, Alexei Smirnov, indicó que precisamente «el problema es que no hay una línea clara del frente».

Alemania ordena la detención de un ucraniano por el sabotaje al Nord Stream dos años después

Tras dos años en que Gobiernos europeos han evitado señalar cualquier autoría sobre el sabotaje al gasoducto Nord Stream, Alemania ha dictado una orden de detención contra un ciudadano ucraniano que estaría en Polonia por su supuesta vinculación con aquella acción. Según una investigación de la televisión pública ARD, el diario “Süddeutsche Zeitung” y el semanario “Die Zeit”, la orden de detención afecta a un instructor de buceo identificado como Vladimir S., pero no ha sido ejecutada por Polonia.

La investigación apunta así a la autoría ucraniana del sabotaje, que consistió en varias explosiones submarinas que el 26 de septiembre de 2022 rompieron el gasoducto y provocaron fugas de gas.

Varios Gobiernos europeos abrieron investigaciones sin señalar autorías hasta hoy. Algunos intentaron culpar a Rusia.

Vladimir S. y otros dos ciudadanos ucranianos, responsables de una escuela de buceo e identificados como Ewgen U. y «su mujer Svetlana», son los presuntos implicados, según estos medios.GARA