Previsible, aburrida y sin gracia
Decepcionante adaptación cinematográfica de la popular saga de videojuegos; el espíritu caótico y vibrante de su material original no aparece por ningún lado y es previsible y aburrida. Los fanáticos del juego posiblemente se sientan decepcionados, mientras que los nuevos espectadores queden algo confundidos.
El guion es uno de sus puntos débiles, repleto de diálogos que intentan ser ingeniosos pero que se sienten forzados y sin gracia. La falta de desarrollo de los personajes y la ausencia de una narrativa coherente hacen que la película sea difícil de seguir y en lugar de aprovechar la rica mitología del juego, la película se conforma con una narrativa simplista que no logra enganchar. Ahora entiendo por qué Craig Mazin, guionista de la película, retiró su nombre y lo sustituyó por un pseudónimo después de los reshoots escritos por Zak Olkewicz.
La trama, en lugar de ser una entretenida aventura de acción, se convierte en una confusa mezcla de escenas concatenadas que no logran mantener el interés del espectador.
A pesar de contar con un elenco de actores de primerísimo nivel, los personajes son muy superficiales y sus interacciones carecen de la chispa y el humor que define la franquicia. La cinta comienza directamente entrando en acción, sin una presentación mínima de los personajes.
Visualmente, la película intenta replicar el estilo tan característico del juego, pero el resultado es inconsistente. Los efectos especiales son bastante mediocres, lo que hace que las escenas de acción sean bastante menos impactantes de lo que deberían ser. En definitiva, un intento fallido de trasladar la energía y la originalidad del videojuego a la pantalla grande; se queda corta en todos los aspectos clave y carece de alma.