Imanol INTZIARTE
DONOSTIA
REAL

La nueva temporada no cambia la mala racha de Anoeta

Imanol puso como objetivo inicial mejorar las prestaciones del pasado curso en Anoeta, pero los donostiarras se dieron la primera en la frente ante un Rayo que no cometió errores y sí supo aprovechar sus ocasiones para sumar los primeros tres puntos.

Martin Zubimendi, que saltó al verde de Anoeta tras el descanso, marcó el 1-2.
Martin Zubimendi, que saltó al verde de Anoeta tras el descanso, marcó el 1-2. (Andoni CANELLADA | FOKU)

El otoño llama a la puerta, termina Aste Nagusia, empieza la Liga. El ciclo no para, una vuelta más en el calendario, aunque para la Real el debut fue un suma y sigue a sus pobres prestaciones como local del curso pasado.

Ha sido un verano intenso en los despachos, con tres fichajes (Gómez, López y Sucic), el no de Zubimendi al Liverpool y su futura mejora de contrato, una baja de calado (Le Normand), otra en la rampa de salida (Merino), la búsqueda de savia nueva en el centro del ataque…

URKO TITULAR

Quizás debido a la sobreexposición mediática, o vaya usted a saber por qué, Imanol decidió dejar de salida a Zubimendi en el banquillo y dar la manija a Urko González de Zarate. Material de primera para los pájaros de mal agüero, con la expresión “ataque de entrenador” a punto en el cargador. El resto del once, más o menos lo esperable, vista la baja de Zubeldia.

El Rayo casi la lió en el saque inicial, con un balón largo a la espalda de la defensa. Ratiu superó a Remiro, pero su remate lo sacó Pacheco bajo palos. A la Real le costó unos diez minutos descifrar la presión rival, aunque hasta el descanso solo sumó dos ocasiones reseñables.

En la banda Zubimendi comenzaba a calentar entre una tromba de aplausos. Un cambio cantado tras el descanso, más teniendo en cuenta la amarilla que había visto Urko en la primera parte. El técnico rayista calcaba la maniobra, metiendo a Gumbao por el amonestado Unai López.

La entrada del donostiarra como timonel tampoco mejoró a un equipo que está lejos de su punto óptimo. Era cuestión de insistir hasta que saltara un chispazo de calidad. Y también se trataba de no cometer errores como el de Remiro en un mal pase que regaló a Gumbau. El de Cascante lo arregló con una buena parada, pero no pudo hacer nada ante el chut de De Frutos.

Imanol movía el banquillo y la Real empujaba, pero sin precisión. Una falta de finura que se extendía incluso hasta un saque de banda regalado al Rayo y que terminó con un uno contra uno en el que Camello no perdonó para poner el 0-2 en el minuto 83. El tanto de Zubimendi se queda para las estadísticas (1-2, min. 97).