GARA
RAMALLAH-CIUDAD DE GAZA
EL INFIERNO EN GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

La mayor incursión israelí desde 2002 en Cisjordania deja diez muertos

El Ejército israelí mató ayer a al menos diez palestinos en la mayor incursión militar realizada en dos décadas en la Cisjordania ocupada, cada vez más asediada por el régimen sionista. El asalto llevado a cabo por cientos de soldados apoyados por aviones de combate, drones y excavadoras tuvo lugar de forma simultánea en las localidades de Tulkarem, Jenin, Nablus y Tubas.

Soldados israelíes arrestan a dos palestinos en Nur Shams, en Tulkarem.
Soldados israelíes arrestan a dos palestinos en Nur Shams, en Tulkarem. (Jaafar ASHTIYEH | AFP)

Con la atención centrada en los crímenes y la devastación de la Franja de Gaza, arrasada, Israel se dispone a destruir Cisjordania. En la madrugada de ayer, el Ejército israelí llevó a cabo la mayor incursión militar desde 2002 con el asalto simultáneo a Tulkarem, Jenin, Nablus y Tubas, donde mató a al menos diez palestinos: dos en Jenin, cuatro en una aldea cercana y otros cuatro en un campo de refugiados cerca de Tubas. Estas muertes, sumadas a las cinco causadas la víspera en el ataque a una vivienda en el campo de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem, han convertido agosto en el mes más mortífero para los habitantes del territorio palestino ocupado desde 1967.

Aunque las operaciones militares israelíes son algo cotidiano en Cisjordania, es raro que se realicen en varias ciudades simultáneamente. En las últimas semanas, incursiones y ataques aéreos se han concentrado sobre todo en el norte del territorio, donde son más activos los grupos armados que combaten a Israel.

La incursión de ayer coincidió con un llamamiento del ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, a evacuar temporalmente a la población palestina de Cisjordania alegando que es una medida necesaria para combatir la presencia de grupos armados. «Irán está trabajando para establecer un frente terrorista oriental contra Israel en Cisjordania, según el modelo de Gaza y Líbano, financiando y armando a terroristas e introduciendo armas de contrabando avanzadas desde Jordania», escribió en la red social X, y propuso «abordar la amenaza» en Cisjordania del mismo modo que se aborda «la infraestructura terrorista en Gaza».

El régimen sionista desplegó cientos de soldados apoyados en aviones de combate, drones y excavadoras que se dedicaron a destruir carreteras y otras infraestructuras. Según el Ejército, los diez palestinos muertos eran combatientes armados y cayeron en una «operación antiterrorista».

Las redadas seguían por la tarde y se decretó el toque de queda en Jenin, bastión de la resistencia armada, impidiendo a los residentes abandonar sus hogares, según Al-Jazeera.

En Nur Shams (Tulkarem), los soldados establecieron un puesto de control y dieron tres horas a los ciudadanos para abandonar el lugar, sugiriendo que la situación podría escalar pronto. El Ejército señaló que permite a los residentes «que quieran alejarse de las zonas de combate» hacerlo de forma segura, pero negó haber ordenado evacuaciones.

En Tubas, donde un dron mató a cuatro personas, entre ellos dos menores de 13 y 17 años, un punto médico de la Media Luna Roja Palestina fue allanado por los soldados.

Desde octubre, soldados y colonos han matado a más de 650 personas en la Cisjordania ocupada.

«HONOR Y DIGNIDAD»

La Yihad Islámica denunció una «guerra abierta por parte del ocupante israelí». «Con esta agresión, que pretende trasladar el peso del conflicto a la Cisjordania ocupada, el ocupante quiere imponer un nuevo estado sobre el terreno para anexionar Cisjordania», dijo.

Por su parte, Hamas, cuya popularidad se ha disparado en Cisjordania desde el 7 de octubre, mientras que la del partido Al-Fatah de Mahmud Abbas, que gobierna el territorio, se ha desplomado a lo largo de los años por las incursiones israelíes y el avance de la colonización, volvió a instar el martes por la noche a los tres millones de palestinos en Cisjordania a «levantarse»

«Pedimos a la Autoridad Nacional Palestina que cumpla con su deber y proteja a nuestro pueblo, y a los miembros de los servicios de seguridad que tomen la iniciativa en el campo del honor y la dignidad y se enfrenten a la agresión sionista y a las bandas de colonos», indicaron en un comunicado varias facciones de Gaza.

«El objetivo número uno de Israel no es Gaza, sino Cisjordania. Es el corazón de lo que ellos llaman la tierra bíblica», señaló a Al-Jazeera Hassan Barari, profesor de Asuntos Internacionales de la Universidad de Qatar, y agregó que Israel pretende expulsar a más palestinos, aunque es probable que su Ejército encuentre una feroz resistencia por parte de una nueva generación. Baddar añadió que «creo que ellos vieron una oportunidad, dado que el mundo está distraído por el horror que Israel está desatando en Gaza».

Mientras, ese enclave palestino sigue sumando víctimas mortales, cuyo número ascendió ayer a 40.534, después de que 58 personas murieran en ataques israelíes en las últimas horas, informó el Ministerio de Sanidad gazatí. Estos datos no incluyen a los más de 10.000 desaparecidos que siguen bajo los escombros.

Ocho de las últimas víctimas mortales se produjeron al atacar tanques israelíes una reunión junto a la escuela Al-Manfaluti, que alberga a desplazados en Deir el- Balah y está situada a 300 metros del hospital Mártires de Al-Aqsa.

«FALTA DE ALTERNATIVAS MÉDICAS»

De este centro hospitalario tuvieron que huir casi 650 pacientes el domingo tras recibir nuevas órdenes de evacuación del Ejército. La escuela Al-Manfaluti recibió también orden de evacuar, pero los desplazados no la abandonaron al no tener un lugar seguro al que ir. En los últimos días, más de 100.000 habitantes de Deir el-Balah han sido desplazados ante el asalto israelí.

Los nuevos ataques agravan más la situación del hospital Al-Aqsa y, ante la falta de alternativas médicas, MSF y el Ministerio de Salud gazatí han instalado un hospital de campaña en esta localidad, que ya está tratando a pacientes. «Los hospitales de campaña no son una solución, sino un último recurso en respuesta al desmantelamiento del sistema de salud por parte de Israel», denunció MSF.