Atentado mortal contra Dolores González Katarain, «Yoyes»
El 10 de septiembre de 1986 un atentado de ETA acabó con la vida de Dolores González Katarain, Yoyes, en Ordizia, su localidad natal. El atentado contra González, que se había acogido a medidas de reinserción meses atrás, tuvo un gran impacto en el país, en la escena política y en el plano social.
Los hechos, ocurridos a media tarde, aparecen recogidos por ‘‘Egin’’ en portada en una información publicada a cuatro columnas. Testigos presenciales relataban que la exrefugiada vasca se encontraba con su hijo de tres años en la plaza. Ordizia celebraba sus fiestas.
Acompañada por otros familiares, en el momento del atentado visitaba una exposición de tractores. Tres impactos de bala, casi todos ellos en la cabeza, hicieron que se desplomase en el lugar. Efectivos de DYA atendieron a la exmilitante de ETA en esos primeros minutos, aunque no pudieron hacer nada por su vida.
Personas que se encontraban en el lugar destacaron que el pequeño fue recogido de inmediato por la madre de González Katarain. Tenía 32 años y había regresado al Estado español meses atrás, proveniente de México, país en el que vivió durante cinco años antes de su regreso. La exrefugiada vasca se había acogido a las medidas de reinserción apenas un año antes, en octubre. Compareció entonces ante la Audiencia Nacional y fue puesta en libertad.
La noticia de la muerte de Yoyes impactó en la localidad y en la sociedad vasca en general. Tras conocerse los hechos, los bares de Ordizia decidieron cerrar sus puertas. En el escenario político hubo una cascada de declaraciones de condena. El pleno del Ayuntamiento reclamaba «a la ciudadanía vasca que rechace con todas sus fuerzas» el «brutal acontecimiento». La moción, tratada en un salón abarrotado, ponía de relieve que el atentado se hubiera producido en presencia de su hijo y mostraba sus condolencias a los familiares, «especialmente a su hermano, José Luis, concejal de HB».
El debate fue tenso. La crónica detalla que entre el público se encontraban numerosos militantes de Euskadiko Ezkerra (EE), entre ellos el dirigente de la formación Xabier Gurrutxaga. Aprobado el texto, en el turno de intervenciones, un asistente situó a Yoyes como víctima de los obstáculos a la negociación política. Otros intervinientes denunciaron que ETA había «perdido sus principios».
Fuera de Ordizia, la respuesta de los partidos se centró en el «ataque» a las medidas de reinserción que suponía el atentado, un mensaje para «mantener prietas las filas», en palabras del PSE, y una muerte con «muchos culpables», para EE.
VERA Y BARRIONUEVO, A PRISIÓN
Condenados por su participación en el secuestro de Segundo Marey, concretamente por la utilización de fondos reservados para pagar a los mercenarios que secuestraron al ciudadano vasco en una acción reivindicada por los GAL, fue un 10 de septiembre de 1998 cuando se produjo la fotografía de Barrionuevo y Vera entrando a prisión. No tardarían en abandonar la cárcel, fue solo tres meses más tarde, con el Gobierno del PP de José María Aznar al frente, tras un indulto parcial del Consejo de Ministros que rebajó dos tercios las penas impuestas.
José Barrionuevo, exministro español de Interior, y Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, ingresaron en la prisión de Guadalajara. ‘‘Euskadi Información’’ recogió la noticia en una información en la que destacaba el respaldo que ambos condenados recibieron desde las filas del PSOE, entre gritos de «inocentes, inocentes». En una entrevista concedida a ‘‘El País’’ en 2022, Barrionuevo no solo reconoció su participación sino también justificó el terrorismo de Estado para acabar con ETA.
Vera y Barrionuevo habían intentado salvar su encarcelamiento pidiendo al Tribunal Supremo la suspensión de la orden. Sus letrados habían presentado recursos de súplica ante el Supremo y habían impulsado movimientos ante el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. Ambos penados reiteraban su inocencia.
El caso evidenciaba «dos formas» de administrar justicia en el Estado español, «una más dura para los vascos y otra, mucho más flexible y fácil, para los miembros del Ministerio del Interior». Así lo manifestó en declaraciones a los medios la parlamentaria Jone Goirizelaia, quien puso también de relieve que el ingreso en prisión se producía cuando ambos «deciden» hacerlo.
IU, por su parte, destacó que la liturgia del ingreso en prisión no era sino una «escenificación» de un pacto alcanzado entre PP y PSOE para concederles el indulto. Josep Lluis Carod-Rovira, de ERC, apuntó por su parte que, «al igual que Sudáfrica, en España se necesita una Comisión de la Verdad y una Ley de Punto Final, como salida legal definitiva para los implicados en la guerra sucia gubernamental». Agregó el representante de ERC que esta ley debería aplicarse a los GAL, pero también a ETA, Terra Lliure, Exercito Guerrillero do Povo Galego Ceibe, Grapo y otras organizaciones.
[1981] «Guernica Gernikara» aldarrikapena eta «bahitu politikoa»
1981eko irailaren 10ean, New Yorketik Madrilera eraman zuten Guernica margolan sinbolikoa, guardia zibilek «kustodiatuta». 43 urte igaro dira, eta efemeride horren harira, Sabin Ibazeta Gernika Batzordeko eledunak azken lau hamarkadatan erakundeen aldetik eginiko mugimenduak eta koadroa Gernikako herriari itzul diezaioten kalean bultzatutako ekimenak gogoratu ditu Artefakturako idatziriko artikulu batean. Koadroaren esanahia eta nazioartean duen proiekzioa nabarmendu ditu herri mugimenduko ordezkariak.
Planteatzen duenez, artelan bat baino gehiago da koadroa, «ikur ezkutua» izan zen, «identitate seinalea», faxismoaren aurkako «garrasia», eta «interes politiko eta ekonomiko zikoitzen eredu eta bahitu politikoa». Oroitu du Picassok berak agindu zuela koadroa Estatu espainolera itzultzeko baldintza «askatasun publikoak berreskuratzea» zela, eta demokraziaren «akta fundazional» gisa erabili zutela. «Ez du bere esangura eta salaketa-indarra galtzen, zoritxarrez Gernika asko baitaude munduan», adierazi du belaunaldi berrientzako mezu batean.