«Empoderío», un descubrimiento de cine de las mujeres gitanas vascas
Lara Izagirre (Zornotza, 1985) firma guion, fotografía, dirección y producción de “Empoderío”, el largometraje documental que se estrena hoy (20.00, Teatro Victoria Eugenia) en la edición 22 del Festival de Cine de Derechos Humanos de Donostia. Y lo ha convertido en una reflexión colectiva sobre el racismo, protagonizada por un grupo de mujeres gitanas de Otxarkoaga en estado de gracia.

En el plano secuencia con el que arranca el documental “Empoderío”, un grupo de quince mujeres va llegando a un taller de interpretación que se imparte en el centro cívico del barrio bilbaino de Otxarkoaga. Van colgando sus bolsos y chaquetas en un perchero y alguna carga con su hijo, porque a ver dónde lo deja si está enfermo. El objetivo es ir ganando confianza, pasarlo bien o tener tiempo para ellas mismas. Todo como en cualquier otro curso para mujeres de los tantos que se programan en los centros cívicos de Euskal Herria, pero que en este está dotado de una característica propia: cuando toca inventarse una situación para dramatizarla y crear una escena, se propone hablar del racismo que sufre el alumnado gitano en los centros escolares. No en vano las quince protagonistas son integrantes de la Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi (Amuge).
Otra especificidad que tiene este taller, impartido por la actriz Naiara Carmona y la cineasta Lara Izagirre, es que de él ha salido un documental necesario que emociona, divierte y nos hace mirarnos hace adentro, hacia nuestros propios prejuicios respecto a este colectivo. En el Festival de Derechos Humanos de Donostia arranca esta tarde-noche el viaje de este “Empoderío”, el largometraje que en sus 50 minutos, y en forma casi de carta de amor a las mujeres gitanas vascas, permite conocer a este grupo de mujeres en su viaje de sororidad y empoderamiento; también descubrimos relación de complicidad que se construye entre el equipo de profesionales que rueda el documental y sus protagonistas. Rodado a lo largo de año y medio por un equipo encabezado por Lara Izagirre -la directora de “Nora’ y productora de “20.000 especies de abejas”-, la cineasta ha optado por construir el documental a partir de, principalmente, planos secuencia. «Lo hice así por una necesidad, porque no podía rodar las quince historias de una en una», apunta. A lo grabado durante el curso, se le han añadido doce minutos filmados tras el viaje que realizaron para presentar el proyecto en la Fundación Calouste Gulbenkian, en Lisboa, y que resultan cruciales, porque incluyen las reflexiones de las protagonistas sobre lo que han vivido. «Esto interpela al espectador y le hace plantearse muchas preguntas», añade Izagirre.
ANTIGITANISMO
Ante la cámara, en la ficción, las protagonistas se enfadan de mentira, se ríen, se inventan argumentos -«hace tiempo que no me reía tanto, necesitaba desahogarme»- y también hacen desfilar la realidad descarnada. Xandra Clavería Jiménez dice, por ejemplo, mirando a cámara: «Yo si veo a una mujer no gitana que sufre maltrato siento empatía y me pongo de su parte. Quisiera que el día de mañana, si yo sufriera discriminación, otra mujer no gitana se pusiera en mi pellejo».
Esa discriminación añadida -además de por ser mujeres, por ser gitanas- es una cuestión central en este documental. «Es muy importante en sus vidas -agrega la cineasta-. Además, no suele haber muchos espacios en los que ellas puedan mostrarlo».
Y, junto a ellas, los espectadores soñamos y nos partimos de risa cuando se les plantea que tienen que interpretar una escena en la que el equipo de mujeres de Otxarkoaga ha ganado la liga de Bizkaia de fútbol. «¡Las gitanas vamos a bajar con la gabarra por la ría hasta Otxarkoaga!», exclaman, metidas en su papel. «¿Qué supondría esto para las niñas gitanas?», les pregunta Izagirre, convertida en una periodista de ficción: «¡Esperanza! ¡Orgullo! ¡Tenerlas como referentes! ¡Que se puede!», se escucha en diferentes voces. Otra añade: «Nuestra meta es cambiar la mentalidad y creemos que con esto lo estamos consiguiendo».
La cineasta: «Yo les digo que si ven esta película personas totalmente racistas, seguirán siéndolo. Pero quienes no os conocen y no son racistas de corazón, aunque no han tenido una relación con vuestra comunidad, se quitarán prejuicios»
Plano secuencia final y, de nuevo, el perchero aparece ante la cámara -hay alguna sorpresa, pero no haremos espoiler-, y hay abrazos colectivos, gritos de «I love you!», muchas risas y una constatación: «Nos hace falta otra temporada». El curso se les ha hecho corto. También el filme a sus espectadoras.
«ERROTATIBA», SOBRE «EGIN»
Este domingo el festival donostiarra acoge también el pase de “Errotatiba”, el cortometraje en el que la cineasta Iratxe Fresneda lleva a la pantalla la memoria de la rotativa vandalizada del diario “Egin”. Tras su paso en marzo por el californiano Cinequest Film Festival -uno de los festivales más reconocidos de California y calificador para los premios Óscar- y el festival colombiano FICCI (Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias), vuelve ahora a casa con su estreno este domingo a las 17.00, en el Teatro Principal, dentro de la sección de cortometrajes vascos.
Seleccionado en la edición de 2024 de Kimuak, en noviembre pasado se proyectó a concurso en Zinebi y en el Festival Internacional de Cine de Xixón, uno de los certámenes de cine independiente más prestigiosos del Estado.

Eztarriak gabonetarako prest, ura bere bidean-ekin

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai
