Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

Los actos de Gogora generan diferencias sobre el modelo de memoria a defender

La organización para hoy de un acto con 400 jóvenes para hablar de la ponencia Oldartzen y la «socialización del sufrimiento» genera diferencias sobre el modelo de memoria a defender, porque aunque según Gogora puede admitirse que haya diferentes memorias, EH Bildu le reprocha que solo se fija en una parte del pasado.

Imagen de la comisión en la que compareció el director de Gogora, Alberto Alonso.
Imagen de la comisión en la que compareció el director de Gogora, Alberto Alonso. (EUSKO LEGEBILTZARRA)

El director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, Alberto Alonso, presentó ayer en el Parlamento de Gasteiz el plan de gestión 2025 de Gogora. Pero frente a la teoría defendida de que «la memoria no puede ser monopolio de nadie», desde EH Bildu se le reprochó que la organización de actos como el de hoy con 400 jóvenes para hablar de la ponencia Oldartzen evidencia que «solo se fija en una parte del pasado».

Gogora ha organizado para hoy un acto en el BEC que reunirá a víctimas y activistas por la paz con 400 alumnos de ESO y Bachillerato, en el que el tema central será la denominada estrategia de la socialización del sufrimiento atribuida a ETA y su teorización en la ponencia Oldartzen.

La parlamentaria de EH Bildu Eraitz Sáez de Egilaz subrayó en la comisión parlamentaria que este es «otro ejemplo de esa parcialidad casi crónica» de Gogora. Criticó que «la consejera de Justicia dice que la juventud tiene que conocer el pasado, pero se refiere una y otra vez a una sola parte de ese pasado».

PLAN DE ACTUACIÓN

El director de Gogora aseguró que el Plan de Actuación 2025-2028 busca «convertir al instituto en una institución pública capaz de aportar a la ciudadanía las herramientas necesarias para la construcción de una memoria crítica y reflexiva, basada en el rigor histórico y el debate constante con nuestro pasado».

Alberto Alonso aseguró que «la memoria no puede ser monopolio de nadie. En una sociedad democrática basada en la diversidad y el derecho a la diferencia es previsible y saludable que coexistan diferentes comunidades de memoria, reflejo de la diversidad social y cultural de la ciudadanía».

A continuación, afirmó que «la base fundamental y la labor de Gogora es la de velar porque todos los relatos de memoria construidos por estas comunidades lo hagan sobre el mínimo común denominador del respeto incuestionable a los derechos humanos y la convivencia».

«LECTURAS PARCIALES»

Eraitz Sáez de Egilaz subrayó que Gogora «debería servir para construir relatos compartidos de sucesos, relatos y vivencias plurales del pasado de este país», pero, según denunció, en vez de trabajar en esa dirección, «sigue haciendo lecturas parciales y a veces interesadas del pasado».

La parlamentaria de EH Bildu destacó la importancia de tener en cuenta, contar y reparar «todas las vivencias, sufrimientos y heridas» del pasado para «construir como país un imaginario colectivo seguro y justo. El relato nunca será único, sino que todas las víctimas y todos los relatos deben tener cabida en esa memoria plural y colectiva que debería construirse desde las instituciones. Hace falta un relato polifónico que tenga en cuenta todas las voces»,. defendió.