El Athletic acabó con su racha de tres empates consecutivos gracias a una segunda mitad sobresaliente del bloque vasco, en la que fueron determinantes los cambios que realizó Ernesto Valverde al descanso, especialmente la entrada de Oihan Sancet, parte esencial en la remontada, anotando un doblete y llegando ya a la cifra de 15 dianas este curso.

Fue un partido de dos caras para la escuadra vizcaina, que estuvo muy incomodada durante el primer tiempo por un contrincante que le buscó las espaldas en todo momento, bien con rápidas transiciones como con balones largos desde la portería. Los de Ernesto Valverde no pudieron manejarse como les hubiera gustado y ello se reflejó en el electrónico.

Le costó despertar al Athletic, que lo hizo por mediación de Jauregizar (m.11) en un remate desde la frontal que se marchó arriba. Más cerca estuvo el Rayo de inaugurar el marcador, con otra acelerada contra tras pérdida de Adama Boiro que no encontró rematador (m.20).

Los de Ernesto Valverde lo volvieron a probar, esta vez a balón parado, pero la falta lateral que cabeceó Guruzeta no encontró los tres palos (m.30). Fue el preludio del 0-1. Álvaro, actuando como falso nueve, se encontró con un balón suelto que increíblemente echó fuera, pero en su intento de taponar, Vivian dejó los tacos en el muslo del atacante.

El VAR llamó a Cordero Vega y el árbitro cántabro decretó penalti. Lo ejecutó Pedro Díaz y Unai Simón le adivinó las intenciones, pero el rechazo fue recogido por Pathé Ciss que, en una ejecución complicada, fusiló a bote pronto.

CAMBIOS ACERTADOS

Salió en tromba el bloque zurigorri, al que los cambios al descanso -Sancet y Sannadi- le sentaron de cine. Tanto que el segundo provocó un penalti -agarrón de Espino- que el primero transformó. Equilibrado el luminoso, el Athletic ya no se detuvo en su ofensiva sobre el marco de Batalla. Mucho mejor posicionado y encima de los rayistas, el conjunto vizcaino le dio un vuelco a su imagen, juego y resultado. Además, el técnico rojiblanco, Ernesto Valverde, completó todas sus piezas en ataque dando entrada a los hermanos Williams, para obrar la remontada.

Todos esos cambios, sumados a los del Rayo, frenaron un tanto el choque y los visitantes lo aprovecharon para intentar sorprender por mediación de Álvaro (m.78), pero cubrió muy bien su palo Unai Simón. Sí que lo hicieron los anfitriones con un golazo de rosca de Nico Williams (m.80,) que permitió darle la vuelta al marcador.

Metido de lleno en una inercia ganadora y con su adversario ya sin oxígeno, un robo de Jauregizar en la salida de balón vallecana permitió a Sancet ponerle el broche de oro a su magnífico encuentro, colocando con mucha calidad el esférico por toda la escuadra y firmando así el 3-1 definitivo (m.94) para acabar con la racha de empates y recibir pletóricos al Rangers.