Autoridades encabezadas por la lehendakari María Chivite, personal técnico y regantes de municipios beneficiados por la ampliación de la primera fase del Canal de Navarra asistieron ayer al acto oficial de finalización de obra que tuvo lugar en Azagra.

«Este es un día de celebración, ya que con la puesta en marcha del ramal del Ega facilitamos agua de calidad para el riego a más de 15.000 hectáreas en Tierra Estella y la Ribera Alta», sostuvo Chivite, quien además añadió que la primera fase del Canal de Navarra y su ampliación «benefician ya a 5.400 propietarios y propietarias, y dan de beber al 70% de la población de la comunidad».

Chivite, según informó el Gobierno navarro, incidió en que esta infraestructura «ha sido posible gracias al talento, esfuerzo y compromiso de muchas personas dentro y fuera de la Comunidad Foral».

Y con ella, agregó, «se garantiza la producción de alimentos multiplicando la rentabilidad de los cultivos» y se da certidumbre a la industria asegurándole suministros los 365 días del año. Esto, valoró, «hace que la ciudadanía navarra tenga acceso a agua de boca de primera categoría, lo que redunda en su calidad de vida y en la salud de las personas».

«FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO»

«El Canal es nuestro principal escudo ante el cambio climático y un ejercicio de responsabilidad en sí mismo, ya que nos obliga a una gestión eficiente y digitalizada de nuestros recursos naturales», según Chivite, quien considera a las infraestructuras hidráulicas como herramientas fundamentales para la cohesión territorial y la extensión de la prosperidad».

En esa línea, afirmó que las infraestructuras hidráulicas son «el principal legado de nuestra generación a la Navarra del futuro».

OBJETIVO ERRIBERA

Al mismo tiempo, mostró su compromiso de centrarse en el «siguiente hito», que será llevar agua de calidad a Erribera.

La ejecución de la segunda fase del Canal de Navarra «ha sido y seguirá siendo un objetivo irrenunciable», según manifestó. La lehendakari anticipó que antes de que acabe esta década «el agua del Canal de Navarra estará regando los campos de Ablitas y el conjunto de las 22.000 hectáreas de regadío proyectado».

En la misma línea, el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, celebró que se ha «logrado reactivar una obra paralizada y enquistada» y reivindicó y resaltó el valor de «la fórmula de trabajo público-privada» para hacer realidad una infraestructura que «es cohesionadora, nos da oportunidades, nos hace resilientes y despeja cualquier incertidumbre».

La prioridad, continuó el consejero Chivite es «gestionar de la forma más eficiente el agua; por eso, con esta gran infraestructura podemos digitalizar y exigir un iso más eficaz de un recurso natural tan importante como cada gota de agua».