Aldekoa estaba de servicio y sus jefes sospecharon que ordenó recoger las pelotas del callejón
El nuevo jefe de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa, estaba de servicio y en el operativo del partido Athletic-Schalke 04. Uno de los que entonces eran sus jefes políticos en el Departamento comentó a terceros que mandó recoger todas las pelotas disparadas en la zona del callejón donde hirieron de muerte a Iñigo Cabacas. La juez ha ordenado a la Comisaría de Deustua que informe sobre si se procedió a esa recogida de pelotas.
El nuevo jefe de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa, no solo negó a sus superiores durante casi dos días que se hubieran disparado pelotas de goma en el lugar en el que hirieron de muerte a Iñigo Cabacas, sino que uno de sus jefes entonces en el Departamento de Interior comentó con terceros que el nagusi de Bilbo había ordenado la recogida de las pelotas disparadas en la zona del callejón de María Díaz de Haro. Este hecho supondría un entorpecimiento de las labores de investigación.
La juez instructora del caso, Ana Torres, ya ha solicitado a la Comisaría de Deustua, desde donde se dirigió el operativo, que informe sobre si tras las cargas policiales se ordenó la recogida de las pelotas lanzadas y que, según algunas fuentes, sumaron decenas. Pide también que se le dé cuenta sobre si se realizó algún tipo de inspección ocular de daños en persianas, ventanas y bares, de las que dan cuenta varios testigos, pero cuyos informes no figuran en el procedimiento.
Durante esta investigación, ha quedado también acreditada la absoluta falta de control sobre las pelotas y las escopetas lanzadoras que imperaba en la Comisaría de dirigía Jorge Aldekoa, y que contraviene los reglamentos internos de la Ertzaintza.
Además, en declaraciones a otros medios, los antiguos responsables del Departamento de Interior no han ocultado que Aldekoa negó inicialmente que se lanzaran pelotas y abrió líneas de investigación que pudieran exculpar a la Ertzaintza, hasta el punto de que consideraron la posibilidad de cesarlo.
A dos manzanas
Por otra parte, en los últimos días ha quedado también certificado que Jorge Aldekoa no solo había participado en la elaboración del dispositivo policial que se desarrolló ese día en Bilbo, sino que contrariamente a lo dicho por el Ejecutivo de Lakua hasta la fecha, la propia consejera de Justicia ha tenido que terminar reconociendo que se encontraba de servicio aquella noche y en esa zona.
El nagusi de Bilbo, el máximo responsable policial, estaba en el campo de San Mamés al frente de los ertzainas enviados al lugar. El partido comenzó a las 21.05 y terminó cerca de las 23 horas. Evidentemente, el campo tardó un tiempo en vaciarse. Prácticamente media hora después, Iñigo Cabacas resultaba mortalmente herido a dos manzanas de allí.
Recogida de firmas
La plataforma «Iñigo Cabacas Gogoan» junto a la familia del joven fallecido, han iniciado una recogida de firmas para que Jorge Aldekoa no sea nombrado jefe de la Ertzaintza.
La recogida, que pretende que mientras no se aclare lo sucedido los posibles responsables estén apartados de sus funciones, se realiza tanto presencialmente, en el próximo partido de Copa del Athletic contra el Celta en San Mamés, como a través de www.change.org (introducir Cabacas en el buscador). A media tarde de ayer, llevaba conseguidas 5.428 firmas de las 10.000 a las que aspira.
Grave contradicción entre Erkoreka y Beltrán de Heredia
El pasado 26 de noviembre, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, aseguró que Jorge Aldekoa no había participado en el operativo de aquella noche. Señaló que, como máximo responsable de la comisaría de Bilbo, sí había tomado parte, se entiende que por la mañana, «en el diseño de los dispositivos de aquel día». Y después explicó que «el dispositivo consiste es la asignación de recursos y efectivos para las labores que la Ertzaintza tiene que desarrollar a lo largo de la jornada en un municipio determinado». Y añadió tajante, «pero en el operativo, en concreto, no tuvo ni implicación, ni participación ni responsabilidad directa».
Al preguntarle expresamente si Aldekoa estaba en el campo de San Mamés, el portavoz del Gobierno respondió preguntando a su vez a ver si estaba. Cuando este periodista le dijo «no lo sé, yo pregunto», respondió con un «no sé que incidencia puede tener que estuviera en el campo de fútbol. Allí había mucha gente viendo el partido».
Pero el caso es que Aldekoa no estaba en el campo viendo el partido, sino de servicio y trabajando al frente de los agentes allí desplazados. Y quien ha acabado desmintiendo al portavoz del Gobierno ha sido la propia consejera de Seguridad.
Estefanía Beltrán de Heredia, en una nueva versión sobre la irresponsabilidad de Jorge Alkorta en el operativo que acabó con la vida de Iñigo Cabacas, aseguraba este domingo a «Deia» que «Aldekoa estaba en el operativo del campo de fútbol, que en principio se presumía que era el área de mayor riesgo. Cuando se organiza un dispositivo, en este caso para un partido calificado de alto riesgo, se dividen las áreas donde actúa cada uno de los operativos. En Bilbao se hicieron seis sectores y el jefe de la comisaría estaba supervisando aquella zona donde podía haber más riesgo de desorden público, con 40.000 personas congregadas». I. I.
PP, PNV y CiU pactan la privatización de la Seguridad
La nueva ley de Seguridad Privada, que permitirá a los vigilantes identificar, cachear y detener a ciudadanos en zonas comerciales peatonales, en espectáculos deportivos o culturales, y en cualquier espacio público con la autorización pertinente, recibió ayer numerosas críticas. El proyecto se aprobó en el Congreso con los votos del PP, a quien apoyaron PNV y CiU, después de que este último pactara con el PP que tanto Catalunya como la CAV tuvieran las competencias sobre las empresas de seguridad y despachos de detectives que operen en sus territorios. «La interacción de los intereses de todos es completa», afirmó el diputado del PNV Emilio Olabarria, para quien la ley «es buena pero mejorable».
La ley ha sido criticada tanto por miembros de los cuerpos policiales, como por juristas, al entender que conduce a una privatización de la seguridad pública y a la paulatina sustitución de policías por vigilantes.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, aseguró tras la aprobación del proyecto que la Ley de Seguridad Privada pretende ayudar a la consolidación de un sector en pleno auge, lo que se asemeja a subordinar lo público a lo privado. GARA
Falsear un recurso no empaña el expediente
El BOPV publicó ayer la convocatoria para cubrir el nuevo organigrama de mandos de la Ertzaintza, después de que hace semanas el Departamento de Seguridad anunciara quiénes iban a ser los veintidós jefes superiores. En otros medios, se anunció ayer la permuta de cargos entre dos de esos mandos. Iñigo Ibarra pasa a hacerse cargo de Tráfico y Antonio Fontaña será el jefe de la Secretaría General.
Fontaña debía inicialmente ser el jefe de Tráfico, hasta que los diarios de Vocento informaron de que en 2008, cuando era el número dos de «asuntos internos», falseó el recurso de una multa, diciendo que no era él sino un ciudadano de Europa del Este quien conducía. La argucia no tuvo efecto, así que fue multado y a los pocos días, además, cesado de su puesto por «falta de confianza».
Sin embargo, que el número dos de «asuntos internos» falsee el recurso de una multa no conllevó ningún tipo de expediente interno, según aduce ahora el Departamento de Seguridad. Eso le posibilitó, por ejemplo, optar a las pruebas de acceso a intendente y obtener una plaza.
Según se ha sabido, Antonio Fontaña solicitó no incorporarse a la jefatura de Tráfico al publicarse su intento de engaño. La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, preguntada en Radio Euskadi el 2 de diciembre, se refugió en que «no hay ningún expediente abierto». Al insistir en si ocurrió o no, contestó «no voy a valorar si sucedió o no. Pero no hay ningún expediente. Me remito a los hechos concretos y objetivos». I. I.