Ramón SOLA IRUÑEA
DIMISIÓN EN EL AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA

UPN y Santamaría pierden a Polo tras circular bebido y en un coche oficial

El responsable de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Iruñea, Ignacio Polo (UPN), no tuvo más remedio que dimitir ayer tras trascender que el domingo conducía un vehículo, propiedad del Consistorio, triplicando el tope máximo de alcohol en sangre. La intervención del jefe de la Policía Municipal, que acudió rápidamente a hacerse cargo del tema, no ha podido salvar esta vez a su superior político.

Un nuevo escándalo deja en evidencia a UPN. Ha perdido en Iruñea a uno de sus concejales más veteranos y poderosos, Ignacio Polo, que acumulaba cinco legislaturas seguidas en el Consistorio y cuatro de ellas en el equipo de gobierno. Polo tuvo que dejar ayer el acta tras conocerse que en la tarde del domingo fue multado por conducir su vehículo triplicando la tasa permitida en la alcoholemia que se le realizó tras un leve accidente.

La contundencia de los hechos dejó esta vez sin defensa al concejal, que anteriormente ya había sido señalado por otros asuntos turbios, algunos de ellos relacionados también con el vehículo. Se da la circunstancia añadida de que, según diarios navarros, el coche en que se subió bebido pertenece al Ayuntamiento de Iruñea.

El concejal fue abordado a las 19.00 en el aparcamiento al aire libre que rodea la Plaza de Toros de Iruñea, dado que al ir a sacar el coche golpeó a otro vehículo. Se le practicaron tres pruebas de etilometría, que ofrecieron resultados de 0,64, 0,75 y 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire, respectivamente. La tasa máxima permitida al volante es de 0,25.

Polo dimitió el mismo domingo, según se afirmó ayer, día en que admitió públicamente su error y pidió disculpas a la ciudadanía. El asunto era vox populi desde última hora del mismo domingo, fue recogido ayer en ``Diario de Navarra'' y ``Diario de Noticias» y había corrido como la pólvora por las redes sociales.

Mediciones para evitar el delito

No obstante, hay suficientes indicios para pensar que el suceso se intentó gestionar de otra manera. Así, ha trascendido que el jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría, acudió rápidamente a la comisaría de la calle Monasterio de Iratxe al conocer que Polo había sido llevado allí. Él y otros mandos participaron en la confección del atestado, relegando a los encargados lógicos de efectuar el trámite.

Resulta también significativo que la dirección de la Policía Municipal se negara ayer por la mañana a confirmar el incidente, en un momento en que ya había plena constancia de todo y cuando, según se dice, el concejal había dimitido incluso. Llama la atención igualmente que tras las sucesivas etilometrías el caso se haya tramitado finalmente como una infracción y no un delito, que es lo correspondiente cuando la tasa supera el 0,60.

La Policía Munipal argumenta que en sus aparatos existe un margen de error del 7%, y que por tanto no se establecen imputaciones delictivas si la tasa no supera el 0,65. Como queda dicho, de las tres mediciones realizadas solo una no llegó a esa cifra -por una centésima-, y es precisamente ese resultado el que se ha tomado en consideración.

Fuentes consultadas por GARA afirman que Polo dispuso de un plazo de tiempo generoso -cifrado en 22 minutos- para que la tasa fuera bajando y evitar así el delito.

En su condición de máximos responsables de la Policía Municipal, uno político y otro operativo, Ignacio Polo y Simón Santamaría han mantenido una estrecha relación y colaboración. El dimitido concejal siempre ha defendido al polémico jefe, cuyo cese ha reclamado la oposición en sucesivas legislaturas, sin lograrla.

Algunos episodios de esta relación se han convertido en pequeños escándalos locales. Así, en 2011 GARA dio cuenta de un caso de presunto trato de favor a un hijo de Polo que trabaja como taxista y había dado positivo en un test de drogas en la calle Amaya de Iruñea. Al ser conducido a la comisaría de la Policía Municipal para comprobar el primer resultado, según se lee en las diligencias oficiales resultó «imposible analizar el cartucho al no funcionar correctamente el analizador de drogas» del cuartel. Al parecer, tampoco pudo usarse esta vez otro aparato del que dispone la Policía Foral. El caso se quedó ahí.

Una década antes, en 2001, cuando Polo también era el responsable político de la Policía Municipal, el mismo hijo fue denunciado tras dar positivo en una etilometría, pero el expediente jamás llegó a Tráfico ni al juzgado. El caso fue tratado en el Pleno municipal.

Juntos contra los críticos

Tras la imputación reciente a Santamaría por siete delitos diferentes en la Audiencia de Iruñea, Polo le ha expresado su pleno respaldo. Así, respondió a la evidencia de su citación judicial calificándolo de «noticia de prensa» y negándose a valorar el hecho y dar cualquier explicación. Y, por supuesto, declinó relevar al jefe de la Policía Municipal o cuestionar su labor.

Los nombres de Polo y Santamaría aparecen igualmente asociados en la ofensiva para intentar lograr el cierre judicial de un blog crítico con ellos. Tiene la denominación Gafas Blancas, que alude al objeto usado como modo de protesta por agentes de la Policía Municipal contra su máximo jefe. Así, ambos han impulsado querellas contra el administrador del sitio web, en las que denuncian que sufren «ataques, descalificaciones, mofas, insultos y acusaciones». Estas querellas han sido desestimadas ya dos veces, según Gafas Blancas, que les reta a presentar una tercera.

En uno de los artículos publicados en este blog, en julio de 2013, ya se hacía hincapié en la escasa idoneidad de Polo para liderar este área municipal: «Ignacio Polo Gilabert, concejal delegado de Seguridad Ciudadana, ¡Seguridad Ciudadana! Es algo así como poner un lobo a cuidar un rebaño de ovejas».

Viedma le releva

Como es habitual en estos casos, el alcalde de Iruñea despidió al dimisionario elogiando su decisión. Enrique Maya subrayó «la dedicación y el compromiso con que ha ejercido el cargo Ignacio Polo», y añadió que «ha llevado su responsabilidad hasta sus últimas consecuencias» al abandonar el cargo.

Maya solo se refirió de refilón al episodio de la alcoholemia: «Es evidente que su actuación no ha sido correcta, pero también lo es que ha decidido de manera inmediata presentar su dimisión». «Su coherencia le impide seguir en el cargo», añade el primer edil, que pierde así a un hombre clave en su equipo.

Se desconoce por el momento cómo se cubrirá la responsabilidad de Protección Ciudadana. Sí se sabe que el asiento de concejal pasa a manos del siguiente en la lista de UPN. Se trata de Gabriel Viedma, que antes fue edil en Eguesibar y que en la actualidad ejercía de responsable de atención al afiliado dentro de su partido.