Agustín GOIKOETXEA BILBO
CONSECUENCIAS DE LA POLÍTICA PENITENCIARIA

Niegan una ambulancia a la madre del preso Igor González Sola en Badajoz

Un accidente en el interior de la cárcel de Badajoz pudo acabar en tragedia, según Etxerat, al no atender adecuadamente los funcionarios a la madre del preso Igor González Sola, que sufrió una herida en la cabeza al tropezar y caer.

Con el susto aún en el cuerpo, Bixenta Sola Iturriaga, madre del preso Igor González Sola, compareció ayer en Bilbo junto a otros integrantes de Etxerat para denunciar el último episodio relacionado con la dispersión, del que ella tristemente ha sido protagonista. Tras sufrir un accidente en el interior de la prisión de Badajoz, a donde acudió acompañando a su nieto de dos años para realizar un vis a vis con su padre, los funcionarios se negaron a llamar a una ambulancia y personal médico tardó 25 minutos en atender la llamada de socorro.

Los hechos, según relató Ainhoa González Sola, tuvieron lugar el sábado 26 de julio cuando su madre acudió con su sobrino a un vis a vis. El niño que ronda los dos años se encuentra con su madre, también presa, en la cárcel de Aranjuez y es la abuela, de 76 años, quien viaja periódicamente a recogerle y llevarle a la visita íntima de 60 minutos con su padre. Apuntó a que esta situación se repite desde hace aproximadamente un año, cuando el prisionero bilbaino fue alejado de su pareja e hijo y trasladado a Bajadoz.

Los familiares y amigos de Igor González Sola conocen muy bien las consecuencias de la política penitenciaria en los nuevos años que lleva encarcelado en las prisioneros de Soto del Real, Granada, Puerto I, Alcalá, Aranjuez y Badajoz. A raíz de la separación física de la pareja de prisioneros y de las trabas que impone Instituciones Penitenciarias, es la abuela, como en otros casos, la que se tiene que hacer cargo de recoger al pequeño y recorrer unos cientos de kilómetros por carretera para estar cerca de su padre.

Eso sucedía el sábado 26 de julio, cuando Bixenta Sola Iturriaga y el pequeño accedieron al interior de la cárcel pacense. Debido a los problemas de movilidad que padece, propios de la edad, el vis a vis familiar se realiza habitualmente en una galería subterránea, ya que la madre del represaliado vasco tiene serias dificultades para subir escaleras.

Todo transcurría con normalidad, según explicó ayer su hija en rueda de prensa, hasta que la mujer tropezó y su cabeza se golpeó violentamente contra la pared. «Muy fuerte», remarcó. Comenzó entonces a sangrar copiosamente, ante lo que su hijo pulsó repetidamente el timbre de emergencia para que su madre pudiese ser atendida dada la gran cantidad de sangre que perdía. El sistema de alerta no funcionó y el preso comenzó a golpear la puerta y chillar para que los funcionarios se diesen cuenta de que algo grave sucedía. «No funcionó», insistió su hermana, quien dejó claro que «es totalmente falso» que sí lo hiciese, como se recogió en el parte redactado por el personal de la prisión extremeña.

Tras el golpe, Bixenta Sola trató de incorporarse, pero le fue imposible dado que se mareaba después del fuerte impacto en la cabeza. Su hijo preso insistía en los golpes para alertar a los funcionarios mientras su madre seguía perdiendo sangre y el niño no acababa de comprender qué hacía su padre y qué le pasaba a su abuela. Al final, añadió su tía, el pequeño entendió que algo grave sucedía y comenzó a llorar, lo que aumentó la tensión en la sala.

Ainhoa González Sola subrayó que tuvieron que pasar 25 minutos hasta que los funcionarios acudieron a la llamada de su hermano Igor. El preso, añadió, les pidió que llamaran con celeridad a una ambulancia para trasladar a su madre a un centro sanitario, donde pudiera ser atendida de la fuerte contunsión en la cabeza, pues a pesar de usar una toalla era incapaz de frenar la hemorragia.

Los funcionarios se negaron

A pesar de la situación, explicó, los carceleros de Badajoz se negaron a llamar a los servicios de emergencia para que evacuasen a la mujer. Entonces, Igor González Sola intentó que alertasen al médico de la prisión, pero le respondieron que no lo iban a hacer porque el facultativo estaba en otro módulo.

«Apareció la enfermera pero, tras revisar la herida y asustada por las dimensiones, alegó que no se podía hacer cargo», informaron desde Etxerat. El prisionero pidió también un teléfono para realizar él la llamada a la ambulancia, pero tampoco se lo autorizaron.

Ante los gritos, fueron otros familiares que se encontraban en otro vis a vis los que se acercaron y descubrieron a la mujer tendida en el suelo y al preso y su hijo pidiendo auxilio. Ellos se encargaron de acompañar a Bixenta Sola hasta la puerta de la prisión «sin recibir, en ningún momento, ayuda alguna de los funcionarios».

En el exterior, los acompañantes de Bixenta Sola y su nieto se alarmaron al verla llegar con una toalla ensangrentada en la cabeza, por lo que, de inmediato, la trasladaron al Hospital del Perpetuo Socorro, en la capital pacense. Allí se le atendió de la herida inciso-contusa en el cuero cabelludo, aplicándole trece grapas de sutura tras limpiarle.

En nombre de Etxerat, Nagore López de Luzuriaga e Ibai Bilbao denunciaron el caso, asegurando que se trata de un nuevo ataque a los familiares, al negarle a Bixenta Sola Iturriaga el derecho a una asistencia médica urgente. «Se trata de una vulneración de uno de los derechos más elementales del ser humano, el derecho a la salud», apuntaron.

Incidieron en que los hechos tuvieron lugar a 700 kilómetros de Euskal Herria y en ellos se vio implicado un menor, el hijo del preso, que padeció durante unos minutos una situación límite, viendo cómo su padre trataba de atender a su abuela, sin lograrlo. «Un ataque alentado por un sistema con la venganza como centros», resaltaron López de Luzuriaga y Bilbao.

Ibon Iparragirre presoa, berriro bakartze ziegan

Ondarroako Iparra Galdu Baik plataformak jakinarazi duenez, Ibon Iparragirre presoa berriro bakartu dute espetxeko arduradunek. Beren herrikideak telefonoz egindako deiari esker jakin zuten, atzo, lau egunetarako ezarri diotela bakartze erregimena.

Horren «arrazoia edo aitzakia» ez badakite ere, plataformak gogorarazi du, Espetxe Araudiaren 254. artikuluaren aurkako erabakia dela, izan ere, artikulu horrek dioenaren arabera, «debekatua dago gaixo dauden presoak bakartuta edukitzea».

Uztailean Iparragirreren kasua mugitzeko hainbat urrats egin dituztela adierazi dute. Hala, apirilaren bukaeran egin zizkioten osasun azterketa batzuen emaitzak eskuratu dituzte, eta uztailaren 22n egindako erresonantziaren mediku txostena eta odol analisienak ere bai. Egun gernuko infekzio bat tratatzen ari zaizkio antibiotikoen bidez .

Ekainean bakartze ziegan izan zuten hamabostaldiaren zailtasunak gaindituta, Ibon Iparragirre nahiko animoso zebilela diote plataformakoek. Alabaina, pasa den ostiralean egindako bisitan bere senideek «zeharo aztoratua» aurkitu omen zuten preso sozial batekin izandako gorabeherak tarteko.

Egoera juridikoari dagokionez, Gregorio Marañon ospitaleak euskal presoari agindutako azterketa eta mediku txosten guztiak Espetxe Zaintzako epaitegira bideratu dituztela ziurtatu omen dio Navalcarneroko espetxeko mediku-arduradunak.

Plataformaren esanetan, informazio hori ezin izan dute kontrastatu eta, gainera, Castro epailea datozen hiru asteetan oporretan dagoenez, ez dute bere egoera juridikoan berehalako aldaketarik espero. Hori dela-eta, uztailean zehar bezala, mobilizazio dinamikarekin aurrera segitzeko deia egin dute, batez ere, Andra Mari jaietan izango direnak, eta bereziki, hurrengo larunbateko elkarretaratzea Alamedan, 13.00etan.

Presoen giza eskubideak behingoz errespeta ditzaten, 41 lagun elkartu ziren atzo Gernikan, 25 Zaldibian, 58 Iruñean (PPko egoitzaren aurrean eta epaiketa politikoak ere salatu zituztelarik), 63 Ondarroan, 15 Sopelan, 22 Astigarragan, 20 Bermeon eta 15 Altzan. GARA