FUENLABRADA 85

BILBAO BASKET 91

Entre 1984 y 1988, la televisión pública del Estado español exhibió un programa infantil y juvenil hoy mítico: «La Bola de Cristal». Aquel programa, en el que brillaron personajes como «los Electroduendes», con «la Bruja Avería» como estandarte, también dejó lemas como «si no quieres ser como ese, lee» y uno que ayer empleó Bilbao Basket para batir al Fuenlabrada: «Solo no puedes; con amigos, sí».

Con 29 puntos y 40 de valoración, Andy Panko habría sido el MVP de la jornada de haber conseguido ganar el cuadro fuenlabreño. Pero perdió. Perdió ante un Bilbao Basket en el que destacó Alex Mumbrú con seis triples; un Bilbao Basket en el que destacó Marko Todorovic con 20 puntos y 9 rebotes; un Bilbao Basket en el que sobresalió Quino Colom con 17 puntos y 10 asistencias. En definitiva, unos hombres de negro que empezaron con buen pie la segunda vuelta liguera gracias al trabajo cooperativo.

Y eso que el inicio no fue nada prometedor. No solo por las canastas de Panko. Alberto Díaz, mucho más incisivo de cara al aro desde que Hugo López tomara las riendas del banquillo fuenlabreño, anotaba cinco puntos casi seguidos, mientras que Smits se hacía el amo de los rebotes junto con Akindele. Una suspensión de Panko de media distancia daba a los locales una renta de 11 puntos, que parecía romper el partido. La defensa de los de Sito Alonso no era nada contundente y, ante semejantes facilidades, los madrileños parecían ir directos al triunfo.

Reaccionaron los bilbainos antes del descanso, por fortuna. Quino Colom calentó su motor y Mumbrú su muñeca, mientras que Latavious Williams y Marko Todorovic empezaban a imponer su ley bajo el aro. Así, el marcador reflejaba un 42-40 al descanso. Más aún, con Raül López y Colom «alimentando» a Mumbrú, el alero badalonés lideraba a triples la voltereta de los hombres de negro, que tras un parcial de 16-28 -y eso que el cuarto acababa con un triple de Burtt-, se adelantaban 58-68.

Siempre en cabeza

Pero Andy Panko no había dicho su última palabra. De su mano, y con la ayuda de un Diagné contundente, el Fuenlabrada se arrimaba 68-70 mediado el último período. Llegaba la hora de la verdad.

Y en esa hora, los bilbainos supieron aguantar arriba. Marko Todorovic contribuyó con un palmeo, Bertans con una accidentada penetración, mientras que Raül López y Mumbrú remataban con sendos triples. La defensa colectiva hizo el resto. Solos no podían; con amigos, sí.