Goles, la gran asignatura pendiente rojiblanca
La falta de claridad en los últimos metros y de acierto ante la portería lastran todo el trabajo del equipo.
Al Athletic se le apaga la luz cuando llega al borde del área rival. El partido del domingo contra el Málaga volvió a demostrar la mayor carencia del equipo. Su nulidad de cara a la portería contraria es mayúscula y, si no fuera por Aduriz, San José y las jugadas a balón parado, ocuparía puestos de descenso.
No se puede negar la entrega de los jugadores. No hay desidia. De hecho, ante el Málaga el equipo se vació hasta la extenuación. Dominó con claridad la primera parte y buena parte de la segunda, hasta que el miedo a perder le hizo recular más de lo que aconsejaba el peligro que generaba su rival.
El Athletic mostró solvencia en la defensa, capacidad para sacar el balón controlado desde atrás y no pasó apuros porque cortaba bien los escasos arreones de los malacitanos. Ahora bien, una vez llegados a la línea de tres cuartos y como si un muro imaginario lo impidiera, los rojiblancos no saben qué hay que hacer para llevar el balón a la portería contraria. No funcionan ni las paredes ni los pases desde las bandas, por no hablar de los disparos desde fuera del área, algo que parece que les esté prohibido. Solo 16 goles lleva el Athletic en Liga, un dato tan malo que hay que remontarse a la temporada 84/85 para encontrar cifras similares.
Solo a balón parado
La única respuesta que funciona -y esta estrategia no suele ser suficiente por si misma- es la jugada a balón parado hacia las cabezas de Aritz Aduriz o Mikel San José. De hecho, el primero con 10, y el segundo, con 6, han anotado entre ambos más de la mitad de los 31 tantos del Athletic en los 33 partidos oficiales que ha disputado en lo que va de temporada entre Liga, Copa y Liga de Campeones.
El resto se los han repartido Borja Viguera (3); Ander Iturraspe, Iker Muniain y Markel Susaeta (2); y Mikel Rico, Óscar de Marcos, Beñat Etxebarria, Xabi Etxeita, Ibai Gómez y Guillermo Fernández (1).
El más acertado en ataque en los últimos partidos está siendo San José, utilizado por Valverde como medio de contención en lugar de Iturraspe y absolutamente eficaz en las acciones de estrategia y aprovechando rechaces y balones sueltos, tanto dentro como fuera del área.
El navarro ha sido autor de tres de los seis goles rojiblancos en lo que va de año, uno en Vigo en el partido de ida de octavos de final de la Copa ante el Celta y los dos últimos logrados por el Athletic en San Mamés, frente a Elche y Málaga.
Cambio de estrategia con Sola
Por otra parte, la palmaria sequía goleadora y la consiguiente agonía clasificatoria podrían tener también como consecuencia cambios en relación al futuro de Kike Sola, uno de los que no juega nunca.
El Athletic le dejó claro a principio de temporada que no contaba con él y que facilitaría su marcha a otro equipo. El delantero navarro prefirió aferrarse a su contrato con la esperanza de hacerse un hueco en las convocatorias a lo largo de una temporada cargada de partidos con tres competiciones en disputa.
Llegado el comienzo del mercado de invierno, las únicas ofertas que llegaron a Ibaigane fueron de Segunda División y siguieron sin satisfacer al jugador, no así al Athletic, que lo vio como una oportunidad para soltar lastre. Sin embargo, con el paso de los días durante el mes de enero han crecido las prisas en algunos equipos, ahora también de Primera, agobiados por el temor a no poder mantener la máxima categoría.
De tal forma que dos de ellos se habrían interesado por la disposición del jugador. Sola no hace ascos a esta posibilidad, pero ahora las dificultades las pone el Athletic. El club rojiblanco, consciente de que su competición se dirime en la zona baja de la tabla y que sus rivales son otros bien distintos a los que esperaba al planificar la temporada, teme que Sola pueda resultar un revulsivo para alguno de sus oponentes más directos y termine siendo una piedra en el tejado del equipo que le fichó y sacando los colores a quienes posibilitaron su contratación.
A los continuos rumores sobre Illarramendi hay que sumar ahora los de Laporte
Quedan solo cinco días para que se resuelva el futuro inmediato de Illarramendi o, al menos, dónde va a jugar lo que resta de temporada: Real Madrid o Athletic.
Con el fichaje de Silva le han puesto en el escaparate, aunque siempre que se abonen más de 20 millones.
Entretanto, algunos insisten en el interés por Laporte de Real Madrid -¿real o para que Ramos no pida tanto dinero?-, United y Arsenal, si bien coinciden en que ninguno abonará los 42 millones de su cláusula de rescisión. I.T.