La preguntaban ayer en Lezama a un mucho más distendido Ernesto Valverde por un posible castigo al brasileño Neymar, con no entrar en la convocatoria para San Mamés, por haber prolongado hasta altas horas de la madrugada su cumpleaños el día anterior. «Le vendría de maravilla.... Y si la sanción es a todo el equipo la apoyamos», despachaba la cuestión con amplia sonrisa y dosis de ironía. Eso sí, seguro que si hubiera que firmar la penitencia, lo haría sin remordimientos. Porque lo reconoció el propio Txingurri, «nos estamos encontrando a los equipos grandes en sus buenos momentos» y así ha salido escaldado su equipo ante Real Madrid o Atlético.

Llega un Barça lanzado, con un Messi en momento dulce, y desde luego que al Athletic le va a tocar bregar y mucho si quiere sacar algo positivo. «La teoría es muy fácil -se refirió a lo de no dejarles que toquen tanto la pelota-, el problema es la práctica. El año pasado les apretamos muy arriba y nos fue bien, pero el partido del domingo es diferente, todo es diferente. Todo pasa porque nosotros tengamos nuestras opciones, porque el ritmo del partido debe ser alto. La concentración debe ser muy alta, depender también de que su acierto no sea alto... El año pasado no estuvo Messi», recordó el de Viandar de la Vera.

No cabe duda de que nos espera un encuentro de elevadas pulsaciones, de ritmo vertiginoso, pero donde Valverde tiene claro y avisa que «habrá más veces que nos tengamos que venir hacia atrás» que hace un año, y ahí es donde el equipo deberá cerrar bien los espacios. Defender bien y atacar, porque «si no juegas al ataque tienes pocas opciones». Complicada tarea, en definitiva, como resumía el técnico, porque «tendremos que hacer cosas para que ellos no estén acertados y nosotros, en cambio, acertar». Y no es fácil para un grupo, el rojiblanco, al que le cuesta tanto generar ocasiones y traducirlas en gol.

Aduriz, la principal y casi única baza anotadora, suma una media de 2,2 remates por partido; los tres delanteros blaugranas superan esa media: Messi con casi 4 disparos por encuentro, y Neymar y Luis Suárez con 2,3 cada uno. Los de Luis Enrique suman una media de 13 remates por partido, con una precisión del 51%. Desde luego que la «prueba de fuego» como repitió Valverde para una defensa que está encajando poco será de las buenas.

Pero no todo son malas perspectivas. Al menos la plantilla se aferra a algo que no tenía hace apenas un par de semanas. La autoestima, de la que el entrenador aseguró que «no estamos mal» y es que «venimos de una buena racha y eso nos genera menos dudas». Donde no duda Valverde es en que «no contemplo a Beñat como sustituto de Iturraspe -entre 4 y 6 semanas de baja para el de Matiena, según el parte médico de ayer-» y que Balenziaga, pese a no entrenar por molestias en la espalda, estará listo. Lo que dejó entrever es que la alineación estará condicionada por el partido de Copa el miércoles. «Nos hubiese gustado jugar en sábado y no en domingo, lo mismo que la semana que viene en domingo y no en sábado, pero es una más, una detrás de otra», volvió a quejarse de los horarios.

De momento, hoy, nueva sesión a puerta cerrada donde afinar jugadas de estrategia, trabajar en cómo frenar ese juego del Barça por bandas y minimizar las peligrosas pérdidas.