MAR. 09 2015 BOBADAS ALPINAS Cinco estrellas Kike DE PABLO Alpinista El tiempo es algo relativo. No solo lo decía Einstein, sino también Chester B. Himes en una de sus novelas de serie negra sobre Harlem: «Eran diez minutos a pie si estuvieras yendo a la iglesia y unos dos y medio si tu señora te estuviera persiguiendo con una navaja». Sobre el tiempo para ir a trabajar no dice nada. Bien, los alpinistas o escaladores son conocidos por hacer al volante una desproporcionada cantidad de kilómetros/horas para escalar unos cuantos largos en zonas más o menos lejanas. ¿Merece la pena? Leo en una revista de montaña anglosajona que hay escaladores que aplican fórmulas de cálculo. Una de ellas es «La Cuota» o largos por hora. Si vas a conducir seis horas ida y vuelta para hacer una escalada, al menos deberías escalar seis largos (esto se aplicaría a excursiones de un día). Para salidas de varios días otros aplican la llamada «Función Suelo» o días de escalada por millas recorridas (solo cuenta el viaje de ida). Por ejemplo: si hacemos 630 millas, se rebaja la cifra al próximo múltiplo de cien (es decir, a 600) y se divide por cien, con lo que sale la cifra seis, que sería el número de días mínimo de estancia escalatoria para merecer la pena el viaje. Luego ¡ay! alguien ha establecido la llamada «Excepción Cinco Estrellas», situación en la que nada resulta excesivo, cualquier cantidad de tiempo en carretera será vivido como una nadería para conseguir una ascensión largamente deseada, ese bello itinerario que te llenará de placer y será largamente recordado