GARA MADRID

Fernando Marías muestra su lado más íntimo en «La isla del padre»

Fernando Marías cree que con «La isla del padre» ha escrito el libro de su vida, el libro con el que ha encontrado su voz y con el que ha abierto ventanas, una narración que está ya en la calle publicado por Seix Barral. Lo presenta hoy en Irun y mañana en Bilbo.

El escritor Fernando Marías sostiene que su nueva novela, «La isla del padre», es «un estriptís emocional que parte de la honestidad absoluta». «Quiero contar la historia de mi padre y lo que fluya de la historia de mi padre», asegura el ganador del Premio Biblioteca Breve 2015.

«Es un libro tan personal, en el que he decidido olvidarme de todo tipo de artificio y contar yo, que creo que es el mejor libro que he hecho, el libro en el que más libre me he sentido», confiesa el autor.

Fernando Marías revela cómo se ha construido el libro y relata que en febrero de 2009, su padre, Leonardo, enferma gravemente y le operan a «vida o muerte». En aquel momento, los médicos pronosticaron «unos pocos meses» de vida. «Sin embargo, él, con su tesón especialísimo de viejo marino mercante y bilbaino cabezota, vivió cuatro años más», afirma, para luego añadir que tras la operación de su padre sintió la necesidad de contar la historia que les había unido y la «especial relación»que tuvieron.

Desde entonces, Fernando Marías tomó «notas mentales», pero no escribió ningún recuerdo. En junio de 2013, la víspera del fallecimiento de Leonardo, Fernando tomó las manos de su padre y le habló. «Ya la enfermedad le impidió hablar. No pudo pronunciar ni una sílaba», explica, al tiempo que confiesa: «Esa palabra que mi padre no pronunció es este libro».

Según Marías, tras el fallecimiento de su padre, su madre, Teresa, se trasladó a casa de su hermano y la «gran casa familiar», que su abuela había alquilado en 1913, quedó abandonada. Entonces, la familia decidió venderla. «Al comprador le expliqué que estaba escribiendo este libro y él, asombrosamente, me dijo: `No tengo prisa. Digamos que me entregas la casa cuando acabes el libro'», señala.

En aquella casa, en la que vivió de niño y adolescente, Fernando Marías ha escrito esta novela. Sentado en un «viejo secreter» lleno de anotaciones, ha hecho una revisión de lo que fue la historia de su padre, su relación con él, el miedo que se tenían ambos.

En este sentido, explica que toda la novela surge de un hecho de su infancia. «Mi sicoanalista dice que el mayor problema de mi vida proviene de aquel tiempo en que yo vivía en un ático maravilloso, con una terraza enorme sobre la ciudad de Bilbao, con mi madre y mi abuela dedicadas en exclusiva a cumplir todos mis caprichos», indica.

De pronto, un día aparece en la puerta un hombre alto, al que el pequeño Fernando no había visto nunca. «Me dicen: `Es papá'. Y yo contesté literalmente: ¿Y se va a quedar?», remarca.

El libro cuenta cómo nació el «miedo muto» entre ambos y cómo lo perdieron «a lo largo de los años conversando, hablando...». «Yo le tenía miedo cuando volvía porque me quitaba el imperio. Pero ahora que soy adulto puedo pensar el horror que él sentía», afirma el autor bilbaino.