La Audiencia Nacional se reconcilió ayer parcialmente con el sentido común, al sentenciar que para condenar a alguien por pertenencia o colaboración con ETA hay que probar que los acusados actuaron «en apoyo» de la organización «de una forma consciente y deliberada», establecer la existencia de relaciones directas y demostrar que el objetivo era «promover o fomentar actuaciones violentas».
Por el contrario, «constituir un partido político y agrupaciones de electores, mediar en procesos electorales como candidatos, apoderados, interventores o avalistas, organizar o dar ruedas de prensa, entre otros, no son inequívocas conductas de integración o colaboración con una organización terrorista».
Por ello, el tribunal absuelve de esos delitos a los miembros de D3M y Askatasuna -listas a las que se prohibió concurrir a las elecciones de la CAV de 2009- Amparo Lasheras, Arantza Urkaregi, Eli Zubiaga, Iker Rodrigo, Imanol Nieto, Agurtzane Solabarrieta, Hodei Egaña, Unai Berrostegieta, Zuriñe Zorrotua, José Antonio Munduate y Xabier Isasa.
En cuanto a Fernando Antia y Aitor Liguerzana, el fiscal ya retiró la acusación contra ellos.
La sentencia cuenta con el voto particular de Nicolás Poveda, miembro del tribunal que ya condenó a los imputados en el sumario 18/98, y que pretendía aplicar la misma lógica para imponer seis años de prisión a cada uno de los procesados.
«Último juicio político»
Tras conocerse la sentencia, los procesados comparecieron ante la prensa para valorar el fallo y el proceso judicial. Arantza Urkaregi, en nombre de todas las personas juzgadas en el marco del citado sumario, manifestó que «este tiene que ser el último juicio político» y aseguró que «la única sentencia posible era la absolución», porque su «único delito ha sido hacer un trabajo político, público, a favor de los derechos civiles y políticos», en concreto, el de participar en las elecciones de hace tres años al Parlamento de Gasteiz.
Tras mostrar su agradecimiento al movimiento Eleak, y a todas las personas que «han salido a las calles en solidaridad» con los ahora absueltos y «en defensa de los derechos civiles y políticos para todas las personas en Euskal Herria», se mostró convencida de que «sin ese movimiento de solidaridad, la sentencia podría haber sido otra».
«Este juicio no lo hemos ganado en Madrid, sino en Euskal Herria donde una inmensa mayoría está convencida de que es hora de acabar con toda esta vulneración de derechos y de que consigamos un escenario donde todas las personas tengamos reconocidos nuestros derechos», señaló.
Izquierda abertzale
Junto a Urkaregi y el resto de personas absueltas estuvo presente la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu, quien su «satisfacción» por el fallo de la Audiencia Nacional española, así como su «orgullo» por la solidaridad que se ha expresado a los encausados «antes, durante y después del juicio».
En euskara y castellano, la portavoz de la izquierda abertzale afirmó que se tiene que acabar «de una vez por todas» la «maquinaria de excepción» que se sigue aplicando en Euskal Herria, para dejar paso a «un nuevo ciclo de igualdad para todos».