La Comisión Europea ha aprobado temporalmente el plan de rescate de Bankia y su matriz BFA, que incluye la conversión en capital de los 4.400 millones de participaciones preferentes que posee el Estado y una garantía de liquidez por valor de 19.000 millones de euros, y ha reclamado un plan de reestructuración «profunda» de la entidad en el plazo de seis meses.
La ayuda aprobada no incluye la inyección de capital de 19.000 millones solicitada por el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que está siendo examinada por las autoridades españolas, según ha explicado el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
«No hay duda de que el beneficiario necesita llevar a cabo una profunda reestructuración», ha señalado el vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia.
«La conversión de preferentes en capital simplificará la estructura de propiedad de BFA, que pasará a ser plenamente controlada por el Estado, y ello hará que las necesarias decisiones de reestructuración sean más fáciles de adoptar», ha indicado Almunia.
Según Bruselas, el Estado español se ha comprometido a presentar un periodo de reestructuración en el plazo de seis meses y a no pagar dividendos o cupones al capital híbrido a menos que sea obligatorio jurídicamente.
Con esas garantías, la Comisión Europea ha aprobado las medidas para seis meses. El plan de reestructuración deberá contener «medidas adecuadas para limitar la ayuda pública y sus efectos de distorsión al mínimo». La CE adoptará una decisión final cuando examine el plan de reestructuración.