La Federación de Peñas de Iruñea ha hecho «un balance positivo» de los sanfermines 2012, a pesar de que a su juicio han estado «algo empeñados» por «algunos incidentes aislados», y han mostrado su disposición a participar «en el debate necesario» para «fortalecer el entendimiento» entre todos.

Las peñas han subrayado como lo «más positivo» el hecho de que «una vez más» la ciudadanía «sigue apostando por unos sanfermines en los que la improvisación de sus gentes y el ambiente de calle verdaderamente participativo están por encima de unos sanfermines encasillados a ser cada vez más parecidos a las fiestas de otras ciudades».

Desde este convencimiento, han anunciado que seguirán apostando por unas fiestas donde el ambiente de la calle y la participación ciudadana sean «fundamentales».

Sobre el chupinazo, las peñas han expresado su «satisfacción» por la ausencia de incidentes «tras el cese de la persecución a determinados símbolos». En relación al Riau-riau, han recordado la dudas que habían en «múltiples sectors» acerca de la conveniencia del momento y han lamentado los incidentes ocurridos.

Por otro lado, han mostrado su solidaridad con el trabajador de los equipos de limpieza que fue agredido en la mañana del 6 de julio.

También han criticado que de nuevo ha sido denunciado un intento de agresión sexista, que no llegó a consumarse «gracias a la implicación de varias personas». Han afirmado que hay que seguir trabajando para erradicar las agresiones sexistas y lograr unas fiestas «igualitarias».

Han calificado de «claramente desproporcionada» la actuación policial del 15 de julio durante el «encierro de la villavesa» y han señalado que «facilísimamente se podría resolver con diálogo antes de los sanfermines».

También han querido criticar que se haya puesto trabas o denegar espacios a quienes tratan de aportar a la fiesta desde un trabajo voluntario.